Adentrarse en la exposición «Plouen Pregàries» de Kima Guitart en la Fundación Felícia Fuster es como sumergirse en un diálogo silencioso entre la delicadeza de la seda, la fuerza del acero y la búsqueda de lo trascendente.
La muestra, que estará abierta al público desde el 20 de noviembre de 2024 hasta el 14 de febrero de 2025, invita a los espectadores a un viaje contemplativo a través de esculturas que reinterpretan las banderas de plegarias tibetanas, fusionando lo sagrado con lo íntimo.
Un diálogo entre la meditación y la terrenidad
La exposición «Plouen Plegarias» toma su nombre de las banderas de oraciones tibetanas, presenta esculturas de seda y acero que crean un espacio meditativo para el visitante. El artista elige la seda natural, concretamente la organza, como soporte para su pintura. Lo hace por su rigidez, ligereza y transparencia, permitiéndole «pintar el aire».
Detrás de los trazos hay escritos deseos como la compasión, la paz, la fluidez, el amor, la armonía, la alegría o la sabiduría. Un trabajo que invita a la reflexión y a la conexión con uno mismo y con la comunidad.
En declaraciones con YOUNG, Kima ha declarado «todas estas peticiones se encuentran escritos en las banderas azulas. Son peticiones escritas, caligrafiadas, también en tibetano, y que eso comunica al entrar en contacto con el aire. En cambio, con la primera figura no hay nada concreto escrito, en ese caso hay formas, como los círculos u otros símbolos básicos con unos significados muy significativos y una paleta de colores que te transporta en otros espacios diferentes».
«Para mí era especialmente determinante la ductibilidad y la transparencia de la seda, con un material tan fuerte como el acero. Esa contraposición de ambos elementos me parecía importante destacar», decía Kima.
La seda, el elemento clave para entender la obra
Además, la seda tiene un fuerte valor simbólico para Guitart, ya que ha acompañado a las mujeres en rituales de paso importantes como el bautizo, la comunión y la boda. La práctica de la meditación ha influido en la forma de pintar de Guitart, llevándola a un estilo fluido e improvisado.
«Plouen Plegarias» se puede entender como una continuación de la exploración artística de Guitart con la seda. Desde sus inicios, ha experimentado con diferentes formatos, desde fulares y complementos hasta murales, indumentaria y, por último, esculturas e instalaciones de grandes dimensiones.
Esta exposición refleja su fascinación por la seda y su capacidad para transmitir conceptos espirituales y emocionales a través de su textura, transparencia y movimiento.
Si analizamos la obra de Kima veremos que hay dos tipos de obras, la primera es una estructura en forma de caja, de la que se caen las telas y hay una superficie reflectante en el suelo; y la segunda son diferentes estructuras metálicas que dejan flotar la seda.
«La primera obra era en realidad la que se encaja mejor con la idea de esa lluvia, por eso esa superficie que hace de espejo en la base, porque cae, no imaginaba nunca seguir explorando la idea con la segunda estructura», confesaba Kima Guitart. «Entre la primera obra a la segunda, hay un año de diferencia. Cuando me planteé hacer la segunda obra, primero decidí seguir explorándolo bajo una misma tonalidad de color, el azul, y después que se marcara con más claridad el deseo que quería describir», sentencia.
Kima Guitart, una mirada vanguardista de la tradición
Nacida en Esparraguera, Kima Guitart inició su carrera como artista en 1966 a la escuela de artes y oficios de Barcelona. Posteriormente, amplió su formación en esmaltes a Barcelona y Florencia, y la pintura sobre seda en París. Entre 1982 y 1993, estudió en la Parson’s School of Design y al Fashion Institute of Technology de Nueva York.
Para enriquecer sus conocimientos, realizó varios viajes de investigación a África, Japón, Estados Unidos, Malasia y Filipinas. Además de la seda, ha creado diseños para vajilla, tapicería, alfombras y cristalería. Su obra se caracteriza por la fusión de tradición y vanguardia, y por la utilización de la técnica china y japonesa de estampación con un toque mediterráneo propio.
«El arte es la vida ni hay otra definición más completa que esta. Para mí, es una demostración de sinceridad, honestidad, verdad y belleza», dice Kima.
