La Sustancia, dirigida por la francesa Coralie Fargeat, irrumpe en la escena cinematográfica con un despliegue visual y narrativo impresionante. En el elenco principal, Demi Moore, quien parece estar viviendo un resurgimiento similar al de Travolta en Pulp Fiction, junto a la prometedora Margaret Qualley —hija de Andie MacDowell— y un Dennis Quaid en una interpretación grotesca y perturbadora.
La trama sigue a una estrella de Hollywood en decadencia que pierde su último bastión de fama, un programa de fitness televisivo, debido a su edad. Al borde del abismo, se le ofrece “la sustancia”, una oportunidad de rejuvenecimiento que le promete un regreso a su versión más radiante y juvenil. Sin embargo, este milagro de ciencia ficción viene con reglas estrictas y, como cabe esperar, la transgresión de estas desatará consecuencias grotescas.
Lo mejor de Coralie Fargeat
La directora Coralie Fargeat, quien ya deslumbró en 2017 con Revenge, lleva en La Sustancia su talento visual al máximo, con una fotografía y una dirección de arte que rozan la perfección. Cada encuadre y transición, cada homenaje en el diseño de producción, está meticulosamente pensado, creando una experiencia visual de una calidad insuperable.
Pero más allá de su aspecto visual, la película expone de manera incisiva el tratamiento de la mujer en Hollywood, y de alguna manera, el propio viaje de Demi Moore. Aunque la actriz luce radiante a sus 61 años, en la meca del cine su rol protagónico ha quedado reducido a personajes secundarios de “madre de la protagonista” o similares, en un universo en el que los actores pueden envejecer sin que su atractivo y relevancia se cuestionen.
Fargeat denuncia con ironía y crudeza la “caducidad” que Hollywood impone sobre las mujeres al llegar a los 40, mientras los hombres continúan en papeles principales, sin importar el paso del tiempo.
La Sustancia explora el body horror
En términos de género, La Sustancia explora el body horror, un subgénero que trata de la transformación física y psicológica. La película despliega en pantalla una metamorfosis grotesca y perturbadora, utilizando litros de látex y efectos visuales para mostrar con detalle las consecuencias de desobedecer las normas de “la sustancia”, normas explícitas, pero inevitablemente transgredidas cuando el deseo de perfección se sale de control.
Con una duración superior a las dos horas que no se siente excesiva, La Sustancia se destaca como una de las mejores películas de terror de la temporada, si no, del año. Las interpretaciones son excepcionales, especialmente la de Moore, cuyo nombre ha comenzado a sonar en las quinielas para los próximos Oscar.
Fargeat, con su visión única, logra combinar la influencia de cineastas como Kubrick, Cronenberg, y películas de culto como Re-Animator y Society para entregar una obra cruda, cautivadora y que no es apta para todos los estómagos.
Para quienes disfruten del cine fantástico y de terror con un mensaje de fondo, La Sustancia es una experiencia imprescindible en pantalla grande.