Presence, Soderbergh explora lo sobrenatural en un relato que deja frío

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Presence, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Lucy Liu, Chris Sullivan y Callina Liang, nos presenta a la familia Payne, quienes se mudan a una casa que parece perfecta. Sin embargo, pronto descubrirán que un ente sobrenatural comenzará a manifestarse, generando inquietud en su nuevo hogar.

Un director audaz

Soderbergh es un director conocido por alternar entre grandes éxitos de taquilla, como la saga de Ocean’s 11, y proyectos más íntimos, donde a veces prima el aspecto técnico y la experimentación sobre la narración convencional. En este sentido, Presence se inscribe en una línea similar a Unsane, donde utilizó solo iPhones para filmar, y ofrece su propia interpretación del clásico “casa encantada”.

Presence es una obra con arriesgados recursos

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La característica más notable de Presence es su uso de largos planos secuencia, interrumpidos por breves pausas en negro que conectan diferentes momentos. Esta técnica da al relato un ritmo pausado, aunque la historia familiar, en sí, es bastante insípida —casi como un telefilm de la tarde—, salvo por la presencia fantasmal que la interrumpe. La originalidad de la película radica en que estos planos secuencia son narrados desde la perspectiva del fantasma, convirtiéndolo en el verdadero protagonista de la historia.

Un intento fallido de impacto

Sin embargo, a pesar de este enfoque innovador, Presence carece de elementos que la hagan memorable. Producida por Neon, una compañía asociada al cine de género de presupuesto medio, la elección de esta película como inauguración del festival parece más un intento de atraer a un director de renombre, como el creador de Contagio, que una decisión basada en la calidad de la obra.

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Más allá del alarde técnico y la forma de narrar, Presence probablemente no será recordada en el futuro, quedando como un título más en la filmografía de Soderbergh en IMDb. Personalmente, me dejó una sensación de frialdad y desinterés.

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