“Tengo hambre es jueves” es la propuesta de la Cia. La Peatonal que llenará el Teatro Lara de Madrid hasta el 12 de septiembre. Una comedia que habla de las rupturas en las relaciones de amistad. La obra fue presentada en el Festival Mutis 2024, llevándose doble galardón a Mejor Espectáculo y dirección.
En esta entrevista han participado Flavia Forni (dramaturga e intérprete en la pieza, y cofundadora de la compañía), Jaime Cano (director de la obra) y Asier Albertos (Intérprete en la pieza).
¿Esta es la primera vez que se interpreta “Tengo hambre es jueves” en Madrid?
Flavia: No, estrenamos el año pasado, el 8 de septiembre en la Sala AZarte y al final, bueno, vamos a estar un mes y al final estuvimos dos. Y luego hemos estado en el festival Mutis el 21 de abril. Y ahora es como que hemos vuelto a Madrid por la puerta grande.
“Es más difícil regresar que estrenar”
¿Es más difícil volver que estrenar?
Jaime: Bueno, yo creo yo diría que sí.
Asier: Sí, yo diría también que sí.
Jaime: La verdad que además, como hemos vuelto a una plaza más grande, pues también como que han subido un poquito las expectativas. Y también nos hemos querido lucir un poquito, hacerle un lavado de cara a la obra. O sea que sí, estamos con nervios de ver cómo se acoge aquí con un público quizá más desconocido.
Asier y Flavia, vosotros dos figuráis como desarrolladores de la idea de “Tengo hambre es jueves”, aunque tu Flavia eres la autora del texto. Tengo dos preguntas, ¿cómo sale entre vosotros dos la idea? ¿Y segundo, cómo ha sido escribir esta obra?
Flavia: La idea la tuvimos juntos tomando una cerveza.
Asier: Pues yo creo que lo primero era que teníamos muy claro que queríamos hacer algo juntos y que queríamos trabajar. La idea realmente yo no tengo mucho que ver. O sea, fue Flavia la que también le nació una inquietud de querer contar algo que estamos costumbrados a que no se vea en ningún sitio, que es la ruptura de una amistad, que muchas veces duele más que la ruptura de una pareja. Y claro, me la contó, yo estaba super in, había encajado, porque aparte yo era algo que llevaba tiempo también queriendo contar. ¿Y pues, hasta aquí, no?
Flavia: Compartir esto con Asier fue como el motor que me impulsó, la verdad. Al principio, hacer todo sola es prácticamente imposible, especialmente si tiendes a procrastinar. Pero haber hablado con Asier y ver que le gustaba la idea, y luego involucrar a Jaime, me dio esa responsabilidad hacia ellos que me hizo pensar “tengo que hacerlo sí o sí”.
Al escribirlo, recordé que había hecho un corto con la actriz Iziar, con quien fundé la compañía. Ese corto, que también escribí yo, fue un poco la semilla de “Tengo hambre, es jueves”. Ya trataba de dos amigas que discuten, y había algo en esa historia que quería explorar más. Es una mezcla de varias historias, pero me atraía contar esas amistades que, de repente, se vuelven tan intensas que casi parecen un enamoramiento. Pasas todo el tiempo con ese amigo o amiga, vives un montón de experiencias, y luego, al crecer, todo cambia o se desvanece.
“Al final las expectativas o los planes de vida, pues pueden condicionarte un montón”
¿Dicho eso, os quería preguntar en qué momento de vuestra vida os dais cuenta de que las relaciones de amistad se convierten también un poco en las de parejas y a veces hay que dejarlas soltar?
Jaime: Bueno, yo creo que hay un punto cuando se empieza a pasar por ahí es cuando uno pasa de ser joven a la madurez. En el que al final las expectativas o los planes de vida, pues pueden condicionarte un montón o hacerte avanzar hacia sitios que te acaban alejando de personas con las que has compartido, pues una época así de juventud en la que todo es más parecido. Y ahí cuando esas expectativas de lo que quieres hacer con tu vida y cuando la gente te acompaña o no te acompaña, ahí es cuando tienes que tomar esa decisión, priorizarte tú y dejar atrás a algunas personas que aunque han sido muy importantes, pero la realidad es que ahora no están acompañando.
Flavia
Es verdad acoplar vidas es muy distinto, es muy difícil.
Hablando de esto, también ha sido, entiendo, un poco difícil el hecho de que la autora participe en la obra y, por tanto, haya una dirección externa. Jaime, permíteme que te me dirija a ti, ¿el hecho de que tengas justo la autora delante y que te pueda decir, “oye, pues yo me lo he imaginado un poco más diferente”, ha sido complicado?
Jaime: Ha sido un proceso muy interesante porque bueno, cuando comenzamos los ensayos yo le dije a Flavia, “ahora tú ahora eres actriz”. Es verdad que ha dado un paso atrás en todo el proceso. Yo de hecho, muchas veces decía bueno, “la dramaturga dice esto” y claro, Flavia, después de haber, en fin, pues recogido sus vivencias y escrito la obra, luego, se encontraba propuestas mías de dirección que de repente descubría cosas del personaje que no eran las que ella esperaba o ella se lo había imaginado de otra manera, pero para mí tenía otra lógica diferente. Entonces ha sido muy interesante porque Flavia se ha encontrado como con una obra que ha escrito alguien que no es ella.
Flavia: No he puesto problemas, pues soy actriz y es verdad eso, que me gustó descubrir cosas nuevas de mis propios personajes a través de la mirada de Jaime.
“Me gusta destilar mucho los elementos que se ven en escena”
Antes mencionabais que para este nuevo reestreno, para este nuevo reestreno ha habido un lavado de cara, un cambio de cara, no sé cómo lo habéis dicho. ¿Qué novedades se incluyen en esta versión o qué aspectos se han cambiado respecto, por ejemplo, al mutis o de la adaptación Madrid de hace un año, del 8 de septiembre?
Asier: A ver, yo creo que es una obra que sigue cambiando, pero porque también nos vamos dando cuenta de cosas nuevas que podemos todavía apretarle un poquito el tornillo. Traemos, creo que las principales novedades que se pueden contar es que traemos una escenografía nueva, traemos escenas nuevas, traemos recursos nuevos y muy divertidos. Pero claro, es que tampoco podemos contar mucho por qué tenéis que venir a verlo para saberlo.
Jaime: Es verdad que había como un cabo que se quedaba un poco suelto con el personaje que interpreta Asier, que ha sido sobre todo lo que Flavia ha querido desarrollar un poquito más, escribiendo algo nuevo, y ha sido muy interesante redondear esa parte de la historia que estaba como un poquito más en segundo plano y darle como otra profundidad a su personaje.
Hablando de estos nuevos cambios, os quería preguntar sobre la escenografía. Por las fotografías que he ido viendo, parece así como más sencillo, se utilizan mucho objetos, que le da mucha más forma a través de la imaginación, porque el fondo no hay. ¿Os quiero preguntar, para esta nueva versión, el público tendrá que imaginarse el fondo? ¿Va a haber fondo?
Jaime: En ese aspecto siento decirte que no habrá fondo. Me gusta destilar mucho los elementos que se ven en escena y sí, hacer que los objetos sean polisémicos, que tengan varios usos o varias capas de significado y que eso es lo que haga que el público imagine.
Es verdad que hemos elaborado los elementos de una forma, un poquito más funcional, que nos permitía incluso hacer más cambios con ellos que los que teníamos al principio. Quedan más bonitos también y son más fáciles para los actores de mover. O sea, que ha sido una cosa tanto estética como poética, como práctica, los cambios.
Pero sí, sigue siendo una cosa muy desnuda, muy sencilla, porque al final lo importante es que el espacio esté solo, lleno de las cosas que son imprescindibles y con unos actores que aporten todo lo demás.
Os propongo un juego. ¿Cuál objeto o qué objeto de la obra os ha dado más juego y a priori, en primer momento decíais, pues, esto no me va a dar juegos?
Asier: Es que todo, o sea, creo que uno de los puntos fuertes también de la dirección
de Jaime es el uso de los objetos de 1000 maneras y 1000 formas. Y de hecho,
empezamos el proceso creativo con unos objetos con los que estamos probando,
que la mayoría luego se quedaron interiorizados nosotros, pero no los
utilizamos.
“En esta nueva etapa nos hemos regalado un tiempo para atar cabos, madurar la escenografía y a crear nuevas escenas”
¿Por ejemplo?
Asier: Pues, por ejemplo, en el proceso de ensayos del inicio había crema blanca de
Nutella, recuerda.
Jaime: Y luego hay una cosa, por ejemplo, con las flores que ya aparecen en el cartel y son parte fundamental de la escenografía. Cuando estrenamos la obra, al principio, se quedaba en una cosa como muy decorativa y nos fuimos dando cuenta con las funciones que había que darles un poquito más de identidad, o que los personajes interaccionaran mucho más con ellas.
Porque es verdad que se quedaba en una metáfora, pero que no jugábamos con ella. Y eso ha ido creciendo mucho a lo largo del proceso. Y había, por ejemplo, un elemento, no quiero hacer spoiler, que pasaba con una de las flores que aparecen en la obra y que justo en estos últimos ensayos le hemos contado otra vuelta más para ver si encaja todavía un poquito mejor.
Flavia: Se han vuelto personajes.
“Es una obra en la que hay que vivir tanto cada momento”
Asier y Flavia ¿Cuál es la vuestra escena o momento favorito que os encanta interpretar?
Asier: Pues yo diría por un comentario que hice ayer, ensayando, diría que la última escena. Pero es que cada función es un mundo, o sea, no hay como una parte que digamos queremos que llegue. “Tengo hambre es jueves” es una obra en la que hay que vivir tanto en cada momento, que yo creo que en ningún momento hasta que no estás fuera, estás esperando que llegue otro momento. Porque si sueltas una tuerquecita por un lado, seguro que se desajusta otra por otro. Así que viviré el momento. Y a mí, yo ayer concretamente me lo pasé muy bien en la última escena, entonces creo que podría decirte esa última en mi caso.
Flavia: Sí, a mí me pasa un poco lo mismo que cada escena, más que cada escena, cada día, dependiendo de cómo hayamos empezado. Porque claro, ya con la primera escena, por una cosa técnica, si empiezas un poco flojita, ya en plan estás “hay que ponerse las pilas porque es que si no, no es total”.
Entonces, como que ya la primera escena te ponen una tesitura en la que o bien el resto de escenas son para ir remontando, entonces piensas tal o bien dices “ah, vale, venga, esto está, vamos a disfrutar y a gozarnos”. Entonces depende un poco, depende del día. Hay días que estás y me apetece muchísimo mi monólogo o me apetece muchísimo la última escena, pero es verdad que bueno, ¿qué voy a decir? Pues me gustan todas.
De hecho, me gusta una suya que no tengo.
¿Y no has pensado robársela?
Asier: En algún momento tendríamos que hacer alguna versión cambiando los personajes.
Dicho esto, volvéis pero con una responsabilidad y es que venís con el título de que os habéis llevado dos premios en el Mutis, uno era el de mejor espectáculo, por una parte, otra es mejor dirección.
Jaime :Pues bueno, con ganas de que la gente diga pues claro, claro, ¿cómo nos lo van a dar?
¿Os lo esperabais?
Jaime: La verdad es que no. Cuando fui a la entrega de premios, que pude ir yo solo, yo esperaba más premios para ellos, porque es verdad que estuvieron además impresionantes ese día. Ellos se llevaron nominación de todas formas, a actor y actriz principal del mutis, así que fue sorpresa llevárnoslo por el otro lado.
¿Va a haber gira de “Tengo hambre es jueves” en nuestro país?
Flavia: Mira, dentro de tengo hambre, claramente estamos ahora en proceso de ir hablando con algún que otro teatro, a ver si sale una fecha en octubre en Sevilla, que parece que puede ser que sí. También a lo mejor, habría un vuelo por Gijón, posiblemente.
El caso es que estamos ahora en ese proceso de tal, o sea, que yo envío, envío para Barcelona. Y luego, de cara a lo que es la Peatonal tenemos ya otras dos producciones, tenemos “Una partida de ping pong” que también ha dirigido Jaime. Y luego tenemos Follar y ganar, que es un microteatro divertidísimo que también estuvimos por Barcelona con él en otro festival.
En ese sentido, en la Peatonal sí hay otro proyecto que se llama Matrimonio blanco, que seguramente saldrá en febrero de 2025 aquí en Madrid. Y nada, ya veremos a ver.
Jaime, ¿Cuál es tu ADN como director o tu sello de identidad?
Pues mira, yo me he dado cuenta cuando terminé con Tengo hambre, me di cuenta viendo las últimas tres o cuatro obras que había hecho, que me gusta mucho la estructura circular, que tengo hambre es que tiene una pequeña estructura circular o cierra de alguna manera así.
Y me gusta mucho que los actores canten en escena. Ellos tienen ahí un momentito musical también delicioso. Aparte de lo que hemos comentado antes de las escenografías más simples y móviles y tal.
“Esta obra acaba redescubriéndome cosas nuevas”
¿Asier, qué pregunta esperabas que te hiciera en esta entrevista?
Yo diría, tiraría por una pregunta fácil que sería que es lo ¿que me llevo del proceso de tengo hambre? Y lo principal que yo diría es a esta gente, pero voy a decir que me llevo mucha profundidad emocional con un texto que en un inicio no lo vi venir.
O sea, me sigo sorprendiendo cada día que nos metemos en una sala de ensayos, nos ponemos a crear juntos, porque hay un punto de que siempre esta obra acaba redescubriéndome cosas nuevas, tanto de los personajes como de mí mismo.
Y aparte, aunque suene tremendamente profundo, me ha ayudado a afrontar situaciones de mi vida y situaciones que me ha tocado vivir este último año gracias a ver cómo las afrontan otras personas externas, que en este caso son son los personajes. Así que eso.
¿Te voy a hacer una pregunta cuál es la siguiente obra que vas a escribir?
Flavia: Qué miedo. Pues la verdad es que hago ya he agotado mis temas. Es verdad que no estoy todavía pensando en otra obra, pero estuve viviendo el año pasado en Sevilla en en el laboratorio de Atalaya, el laboratorio de creación de Atalaya. Vivíamos en un teatro, literalmente desde la puerta de la cocina se pasaba a la última fila de butacas del teatro. Estábamos en un teatro.
Entonces, bueno, ahora mismo estoy haciendo una recopilación un poco de ensayos de lo que eran las vivencias allí, porque era una comuna hippie y era una comuna con mucho amor para mí son mi familia absolutamente.
Entonces, bueno, estoy haciendo una recopilación de eso. No sabemos si saldrá obra, bueno, estaría guay de repente ocho personajes, pero bueno, no sabemos si saldrá obra, si saldrá ensayo, si saldrá algo.
Jaime: Pero eso, una cosa muy chula que va a salir con el Tengo hambre es jueves, es que se va a publicar, se va a editar en formato libro. El festival Mutis tiene una pequeña editorial propia y hay textos que se presentan a una convocatoria específica y algunos textos que ganan los editan. Entonces se está preparando una edición ilustrada con artículos con sorpresa.
Aprovechando la pregunta que le he hecho antes a Asier, Jaime y Flavia, ¿qué habéis aprendido de vosotros mismos en el proceso de creación de Tengo hambre es jueves?
Jaime: Pues yo he aprendido mucho a confiar en el proceso. Nosotros tuvimos un proceso muy interesante. De experimentación, de búsqueda, que es algo que yo no había hecho nunca. Siempre había empezado a dirigir, a montar, a montar, a montar, a montar. Y tuvimos un par de semanas, pues eso, dinámicas de improvisaciones, de proponerles juegos, de que trajeran materiales que a ellos les resonaran.
Luego tuvimos un parón y con todo eso, yo reciclando en la cabeza. Luego ya volví con más propuestas, más allá de los ensayos, también han sido una exploración constante. Yo he aprendido mucho a confiar en ese tipo de proceso, la verdad. Ha sido muy rico.
Flavia: O sea, para mí todo está siendo un aprendizaje. La única palabra que tengo en la boca todo el rato para con ellos, como para con Itziar, que es mi compañera en la compañía, y para sobre todo el público, es gracias.
Esta es la primera vez que escribo algo de verdad, y se ha sentido especial, en parte por la confianza que me han dado Jaime y Asier. Para mí, el aprendizaje al escribir ha sido darme cuenta de que no es tan complicado como parece.
Siempre lo ves como una montaña enorme, con dudas como ‘quiero hacer esto, pero no sé si puedo’. Pero luego, cuando te sientas frente al ordenador y empiezas, poco a poco todo fluye. Puede sonar simple, pero es cierto. Es importante simplemente empezar y comprometerse a hacer algo. A menudo, en la academia decimos que haremos algo, pero nunca lo llevamos a cabo. Por eso, lo fundamental es ponerse a ello.
Además, después de haber escrito y haber pasado por todo el proceso, he aprendido a soltar lo que he hecho. Escribí esto en un momento de introspección, sola, ya que la escritura es algo más individual. En cambio, en la sala de ensayos estoy siempre interactuando con los demás, es una dinámica totalmente diferente. Así que desprenderme de la idea original y abrirme a lo que Jaime y Asier puedan aportar ha sido un aprendizaje en sí mismo.
