“Huir”, el guion de Alejandro Pereira Soto, elegido por el jurado en la IV edición del certamen de cortos cinematográficos de Audi, ha sido rodado en Barcelona con la codirección de Kike Maíllo, y con el actor barcelonés Álvaro Cervantes y la actriz zaragozana Elena Rivera como protagonistas.
El cortometraje, cuya trama une misterio y fantasía a la hora de narrar el miedo al compromiso, se presentará en septiembre en el marco del Festival de San Sebastián.
Se trata de un thriller ideado por Alejandro Pereira, el ganador más joven del certamen. Este hito le ha convertido en una de las jóvenes promesas del cine de nuestro país. Como en anteriores ediciones, la cinta está codirigida por el cineasta Kike Maíllo, se estrenará el 27 de septiembre en el marco del Festival de San Sebastián.
Alejandro Pereira, primero de todo felicidades. Eres el ganador de este certamen más joven de su historia, ¿qué significa para ti ser el más pequeño?
Bueno, pues al principio un poco abrumado por todo. No me lo esperaba. Es cierto que me presenté al concurso concienciadamente y sabiendo lo que me presentaba, pero en ese momento en el que me comunicaron la noticia, estaba rodando otro cortometraje y no tenía la cabeza puesta en eso. Cuando me llamaron fue toda una sorpresa.
Que fuese el más joven en ganar este concurso, pues supongo que es un mérito añadido. Sentí mucha responsabilidad que se tradujo en los primeros momentos en nervios e incertidumbre. Lo típico, saber si realmente valgo para esto o si seré capaz, con veinticuatro años, sin casi experiencia en el sector, de dirigir a un equipo de setenta profesionales con dos actores como Álvaro Cervantes y Elena Rivera. Entonces la presión está ahí.
“La presión está ahí”
Tengo que preguntarte por qué Huir la has escrito tú, pero también la has codirigido, has estado lo que sería todo el proceso de elaboración de este cortometraje, ¿cierto?
Exactamente. Huir es un proyecto con un guion que yo ya había escrito hace unos años. Y dio la casualidad de que cumplía los requisitos cuando yo me presenté al concurso y pues lo envié.
El proceso, pues Kike Maíllo lo que ha hecho ha sido como una tutorización para aconsejarme el eslabón de la experiencia. Ya tiene muchos años trabajando en el sector y sabe muchas veces mucho más rápido que yo lo que puede funcionar o no. Entonces él siempre me aconsejaba y me ayudaba, pero respetando mi visión artística y lo que yo quería contar. En ese sentido me he sentido muy arropado por él y creo que ha sido un gran tutor 1, gran profesor, por así decirlo.
“En ese sentido me he sentido muy arropado por él”
Alejandro Pereira, ¿Cuáles son las indicaciones del concurso que tenía que tener esta obra para poder participar?
Pues era un concurso que no ponía muchos requisitos. O sea, te dejaba hacer la historia del género que tú quisieses, con los personajes que quisieses, las localizaciones que quisieses. El único requisito que ponía era que tenía que en algún momento el coche Audi. Un coche Audi tiene que tener cierto protagonismo.
Entonces, yo tenía un guion escrito que se llamaba Huir y que tenía una acción que sucedía mayoritariamente dentro de un coche. Y dije ostras, pues esto puede funcionar. Lo que hice fue cambiar el nombre del coche, en vez de un coche normal, puse un Audi y lo envié.
Alejandro Pereira, ¿has dirigido, junto a Kike Maíllo el cortometraje de Huir, qué fue lo que más te preocupaba al comienzo de este proyecto?
Lo que más lo más miedo y seguridad produce a una persona que se quiere dedicar a esto de ser director, es que te entiendan. Darse a entender, que tu visión o lo que tú tienes en la cabeza, hacer partícipes a todo el equipo de esa motivación o de eso que tú quieres plasmar en la historia, porque ellos también se tienen que retroalimentar de esa visión y aportar ellos su punto de vista.
Todos sabemos que una historia, una película, un cortometraje, es un trabajo de muchas personas y que al final, pues todos tienen que ir en una misma dirección. Entonces eso quizás era mi máxima inseguridad, saber transmitir bien lo que yo quería hacer.
Luego, obviamente, el trabajo actoral, el trabajo con los actores, de dirección de actores también me daba un poquillo de miedo, porque venía de dirigir un corto donde todos estábamos aprendiendo, todos éramos estudiantes, incluso los actores eran actores noveles que estaban empezando.
“Una película es un trabajo de mcuhas personas que tienen que entender tu visión”
Y, de repente, ponerme delante de Álvaro Cervantes y Elena Rivera, pues a decirles cómo yo veía a los personajes, como ellos también me decían cómo lo iban a construir, me daba un poco de inseguridad de ¿quién soy yo para decirles nada? Pero realmente no es quién soy, yo creé esta historia para contarla de una determinada manera y también tenía que mostrar mi punto de vista.
Al final esos miedos que tenías se han disipado, es decir, Álvaro, Elena lo entendieron rápidamente y el equipo entendió rápidamente cuál era tu motivación.
Sí, yo creo que eso desapareció en los primeros contactos con todo el equipo. Todo el mundo trabajó muy por la labor de entender lo que yo estaba proponiendo y de remar hacia una misma dirección. Y sobre todo, Álvaro y Elena son dos personas muy profesionales, muy capaces y que enseguida entendían lo que yo les sugería y me proponía.
Incluso también me abrían los ojos en ciertos sentidos, porque ellos obviamente ya han pasado por muchas experiencias y esas proposiciones que ellos me hacían, también yo las recogía y las adaptábamos entre todos para que la historia creciese.
“Álvaro y Elena son dos personas muy profesionales”
Álvaro Cervantes y Elena Rivera son tus protagonistas, ¿cómo fue la elección del casting y por qué los elegisteis para interpretar a tus personajes?
Pues eso fue otra sorpresa para mí, porque yo pensaba que obviamente yo iba a ser el director, pero me iba a venir todo, por así decirlo, dado desde arriba, que iban a elegir ellos el casting, que iban a elegir ellos todo.
Pero no. La verdad es que las primeras llamadas que tuve con Olga, la productora, ella me pedía que le sugiriera nombres y ella iba a intentar buscarlos. Le propuse varios nombres, entre los que estaba Álvaro Cervantes, porque me cuadraban el papel y me gustaba como actor, y así al final contactamos con su representante y lo aceptó de primeras y no hubo que buscar más.
Luego con el tema de Elena, más de lo mismo, se plantearon, yo pude plantear varios nombres, se contactó, se cuadraron fechas y disponibilidades y fue una de las mejores opciones.
Creo que fueron un acierto ambos, porque ya se verá cuando el corte esté publicado, pero yo creo que lo hacen muy bien y defienden a los personajes a carpa y espada.
“Mi TFG era el guion de un largometraje”
Alejandro Pereira, ¿Tú ya estabas terminando otro cortometraje, te has planteado hacer ya la película?
Sí, de hecho, mi TFG para mi trabajo de fin de grado de la carrera de Comunicación Audiovisual fue un guion de largometraje y tengo alguna que otra cosa escrita que me gustaría algún día llegar a rodar, pero bueno, pasito a pasito.
Es una industria compleja y tengo ahora una oportunidad increíble en el festival de San Sebastián de poder conectar con la industria y que puedan ver mi trabajo y valorarlo en el buen sentido.
El cine a mí es una cosa que me gusta, que creo que es obviamente un lenguaje, un método de comunicación. Soy una persona muy tímida y es por eso que es la forma que yo tengo mejor de comunicarme y de tratar de transmitir algún tipo de emoción, de mensaje, de inquietud.
No sé, yo creo que es lo que me gusta, lo que me arde por dentro hacer y lo que voy a seguir haciendo, si la industria o el dinero me lo permite, porque esto es, ya sabemos, es un circo muy caro y que cuesta mucho dinero y que hay que trabajar mucho.
“El festival de San Sebastián es uno de los festivales más prestigiosos a nivel nacional”
Este corto se va a proyectar en San Sebastián ¿Qué significa para ti esta oportunidad?
Es una oportunidad también de disfrutar. El festival de San Sebastián es uno de los festivales más prestigiosos a nivel nacional y yo creo que mucha gente de la industria, muchos directores, muchos compañeros de profesión sueñan con que alguno de esos proyectos pueda estar, pueda verse en ese festival, en el marco del festival.
Que yo lo haya conseguido tan pronto y con este guion, es una recompensa y es un motivo para estar contentos y para disfrutar de en septiembre presentarlo. Sobre todo porque yo nada más terminar el rodaje del cortometraje que hice en el máster, le dije a mis padres y a mi entorno que me había encantado la experiencia de rodar con un equipo profesional y les dije antes de que acabe el año quiero rodar otro cortometraje. Y fue dicho y hecho. En unas semanas me llamaron, me dijeron eres el ganador del certamen, vamos a rodar ahora en julio.
“¿Sacrificarías tu ambición profesional por la responsabilidad familiar?”
¿Cómo se te ocurrió la historia de “Huir”?
La historia del guion surge un año después de la pandemia, creo. Varios meses después del confinamiento me surgió este corto porque tenía varios temas revoloteando en mi cabeza. Pues uno de ellos era este, como compaginar la ambición profesional con la vida personal, es decir, querer dedicarte, ser el mejor en tu campo, uno de los mejores y sacrificar tu vida personal o al revés.
Entonces me parecía como un dilema muy complejo que no tiene una respuesta muy sencilla. Luego también hay otros temas que rondan, que navegan por el cortometraje que son por ejemplo, el miedo al compromiso.
Yo no paraba de escuchar conversaciones en mi entorno de mis compañeros que pues quieren prorrogar o no quieren ya directamente pues formar una familia. Hay demasiada preocupación sobre el yo soy, el yo, el yo… Entonces, hay mucho miedo a perder esa esos privilegios que tú tienes cuando cuando te centras en ti mismo.
“No nací con una cámara bajo del brazo”
Entonces surgió la metáfora del corto, que no se puede desvelar mucho pero sí que te puedo contar un poco la premisa, si te la puedo ir adelantando para que entiendas un poco dónde va la historia, pero de ahí surgió todo.
¿Por qué decidiste estudiar cine Alejandro Pereira?
Pues yo, le llamo una historia de amor a fuego lento, así románticamente. No nací con una cámara bajo el brazo, ni hice vídeos de pequeño como los grandes directores.
Simplemente durante la carrera me fui enamorando de las películas, de la forma de hacerlas, de trabajar en equipo. Y al final, como te comentaba anteriormente, yo soy una persona tímida que de aquellas que solemos buscar maneras diferentes de expresar lo que sentimos. Creo que a través del cine, a través del audiovisual, de la escritura, puedo encontrar esa vía de escape.
Yo creo que es como mi método catártico, por así decirlo, para yo sentirme bien conmigo mismo. Y porque también me gusta hacer algo y que la gente se emocione, lo disfrute, porque creo que es un componente muy bonito hacer un trabajo, hacer un trabajo ciertamente artesanal como es el cine, para que luego la gente lo vea y saque sus propias conclusiones.
“Me gusta hacer algo que a la gente se emocione y lo disfrute”
Última pregunta Alejandro, ¿cuál es la película que a ti como director te ha enamorado?
Pues es una pregunta muy interesante. Yo creo que antes de la carrera, antes de meterme, cuando yo era un niño, las películas o la película que más me marcó fue Spiderman de Sam Raimi. Es una película que con mi hermano la veíamos en bucle, teníamos el dvd y veíamos en bucle esa película.
Y creo que además Sam Raimi como director es uno de mis favoritos y creo que esa fue la película que más me marcó y que más me apetecía hacer. Me apetecía pues eso, ser yo el que dirigiera a Spider Man.
Y luego cuando ya fui creciendo y ya me adentré en la carrera y fui descubriendo nombres más sonados o otro tipo de cine más esotérico, más indie. Si es verdad que salen nombres como Hitchcock, Steven Spielberg, Scorsese, hasta actualmente Damien Chazelle o Jordan Peele, o todo el cine de terror. A mí el cine de terror me encanta. Robert Eggers o por ejemplo, este viernes hoy se estrena una película llamada Longlegs de Oz Perkins. Todo ese cine atmosférico, ese cine de terror me gusta mucho y son principalmente mis referentes.