En BROOKLYN 45, unos veteranos de la Segunda Guerra Mundial se reúnen a tomar unas copas y hacer una sesión de espiritismo para hablar con la difunta mujer de uno de ellos, y claro, la cosa no les sale muy bien.
El director de We are still here nos trae este relato que bien podría ser una obra teatral, donde el reparto está francamente bien y la historia engancha. Una pequeña sorpresa.
La verdad, entré a la proyección un poco con escepticismo y pensando iba a ver una comedia de fantasmas, esa era la impresión que me había llevado al ver el póster, pero no. Es una obra seria, de presupuesto moderado y muy bien pensada para que transcurra todo en una sola localización.
Los actores están bastante bien, siendo todos eternos secundarios, aunque en mi caso reconocí a Kristina Klebe que se encontraba entre el reparto del Halloween versión Rob Zombie.