Los cines Kinepolis FULL del centro comercial Splau, de Cornellà de Llobregat, acogieron el pasado lunes, 18 de septiembre, el preestreno de “La Ternura”. La comedia romántica dirigida por Vicente Villanueva y protagonizada por Emma Suarez, Gonzalo de Castro, Alexandra Jiménez, Fernando Guallar, Anna Moliner y Carlos Cuevas.
¿Conocíais la obra de teatro de “La Ternura” antes de empezar este proyecto?
Carlos Cuevas: Yo sí había visto esta obra, tanto en Barcelona como en Madrid, como unas tres veces. Porque me gustaba mucho y además, tenía gente querida participando en ella.
“Yo no me atrevería a comparar ambas adaptaciones entre ellas” – Carlos Cuevas
Yo creo que cada medio, el teatro o el cine, tiene sus virtudes. En cuanto al teatro, tiene esa teatralidad, ese espacio vacío que se llena con el imaginario y todo el peso recae en el trabajo actoral. En cambio, en el cine, permite ver los espacios de verdad, juega un papel el montaje.
Yo no me atrevería a comparar ambas adaptaciones entre ellas, sino evidenciar que cada una tiene sus puntos fuertes, respaldados por un texto maravilloso de Alfredo Sanzol.
Anna Moliner: Esta muy bien contado (rien). No hay nada que añadir.
Vosotros dos sois unos monstruos de los escenarios, a tí Carlos te vimos en “Madame Melville” y a ti Ana en “Mar y Cel”.
Anna Moliner: Eso sí que es vintage. De eso han pasado casi diecinueve años.
Sabemos en los rodajes se graban las escenas haciendo saltos en la trama, ¿el hecho de haber visto la obra antes, os ha facilitado el trabajo de ubicaros antes de alguna escena?
Anna Moliner: Nos ha ayudado a los dos el haber visto la obra, porque entendíamos de donde venía el proyecto y como va la historia. Pero, supongo que a tí también Carlos, no puedes estar pensando en la obra, porque ibas a hacer algo completamente diferente. Aunque tengas la misma historia y el mismo personaje.
En cuanto a tu pregunta, estamos acostumbrados a trabajar de esta forma, siempre pasa esto. Se anteponen las localizaciones, muchas veces, el horario, muchas otras razones. Para mí, no sé si a ti también, uno de los retos que tiene el actor, a diferencia del teatro, es tener esta propia cronología en la cabeza para entender de donde lo dejaste y hacia donde va tu personaje. Es el juego que debes desentrañar a medida que avanza el rodaje.
“Nos ha ayudado a los dos el haber visto la obra” – Anna Moliner
¿Cómo ha sido la preparación antes del rodaje, porque en esta obra os exige hacer partes en verso y las soltáis casi tan natural como hablamos ahora nosotros?
Carlos Cuevas: Pienso que no se trata de la época, sino con el estilo. Yo he hecho cosas en audiovisual, pero que se hablaba normal, y en este caso hay un giro que va al verso.
Esta manera de hablar, tan ligado con lo teatral que te decía antes, es una dificultad añadida, pero también lo chulo de esta película. ¿Cuántas veces pasa que puedes hacer una peli en verso? Hablo por mí, pero empiezo a estar cansado de la cotidianidad y del costumbrismo.
“Hablar como todo el mundo y hacerlo creíble es el nivel uno” – Carlos Cuevas
No me parece difícil que entre un personaje y decirle, “¿qué tal, cómo le ha ido el día?”, como actor, seguir nuevos códigos me motiva mucho más. Un amigo mío, Joan Amargós, me dijo la diferencia entre lo creíble y lo increíble.
Hablar como todo el mundo y hacerlo creíble es el nivel uno, pero hacerlo increíble, de una manera mucho más rebuscada y que suene convincente, eso es un reto.
Anna Moliner: Es que es así y pasa tan poco. Cuando esto ocurre hay que aprovecharlo. Es cierto que la formación y la experiencia en el teatro es un grado más que te ayuda a disfrutar de un trabajo así. Al final es ensayar, no dista de otro trabajo. Si tienes la suerte de ensayar con tus compañeros y tener una dirección clara, ¿no?
Carlos Cuevas: No se ensaya en lo audiovisual, o muy poco. Entonces, en esta peli hemos ensayado. Es por eso que el proceso se ha parecido mucho más que si estuviéramos preparando la obra de teatro para estrenarla. Normalmente, te sacan del coche y te pones a rodar, salvo algunas lecturas previas. Estuvimos tres semanas ensayando en Canarias, otra en Madrid, eso ayudó que el texto fluyera mejor.
¿Y las escenas de escalar, era fácil con los zapatos de época que os pusieron?
Carlos Cuevas: Hay unos dobles.
¡No!
Carlos Cuevas: Hay dobles, claro que sí, yo habría subido por que…
Anna Moliner: ¡Eso es verdad! (Ríen)
Carlos Cuevas: Hay unos dobles que subieron la montaña con nuestra ropa y pelucas que lo hicieron por nosotros. Pero por seguridad, creo que debe ser por eso.
“Todo actor lo que quiere es que el director tenga las cosas claras de lo que se debe hacer” – Anna Moliner
¿Como actores, cómo os gusta que sea la dirección en vuestros proyectos?
Anna Moliner: Es difícil generalizar, depende de cada proyecto y del personaje. Todo actor lo que quiere es que el director tenga las cosas claras de lo que se debe hacer. Pero también que confíe en el actor para que descubra y pueda volar. Encontrar este punto de libertad dentro de entender entre todos a qué juego estamos jugando.
¿Hay alguna cosa que os gustaría compartir para ir cerrando la entrevista?
Carlos Cuevas: ¡Sí! Hay veces en que los actores no pueden escoger los proyectos a los que participan y otras en las que te puedes permitir escogerla. Yo esta película la he escogido voluntariamente, entonces, me gustaría contarte el porqué la elegí.
Lo hice porque pienso que hay que reivindicar el ejercicio actoral, para reivindicar que hay otras maneras de hacer las cosas, otro tipo de lenguaje y de géneros. El mainstream abarca unos géneros muy concretos, unas maneras de actuar muy concretas y que como espectador me aburren. Y como actor también me aburren.
“Lo hice porque pienso que hay que reivindicar el ejercicio actoral” – Carlos Cuevas
Entonces, reivindicar el papel que viene del teatro, que es un homenaje a Shakespeare, a mí me apetecía mucho más esto que una serie que parecía una que ya había hecho. Que tampoco me aportaba un ejercicio nuevo para mí, ni que aportara nuevo para sorprender al espectador. Esto es lo que me interesa.
Anna Moliner: Yo hablaría de lo complicado que es esto. Esta profesión es muy complicada. En mi caso, he tardado diecinueve años en poder hacer una película. Es por eso que tengo claro que esto es un trabajo de fondo y que hay que ir sembrando. Y a todo esto, es además más complicado que te pueda llegar un proyecto como ha sido La Ternura. Es complicado que se valore un trabajo teatral y que puedas hacer luego una película. No sé qué pregunta me haría, pero me siento muy afortunada de poder haber hecho esta película.
Lo comentaba antes Carlos, es muy difícil que un actor pueda escoger, contar algo distinto y que te permite ir más allá es maravilloso. Y La Ternura nos ha permitido ir más allá.