La famosa muñeca deja sus producciones de animación y pasa a humanizarla en la nueva película Barbie. La directora, Greta Gerwig, pone a Margot Robbie y a Ryan Gosling en la piel de la clásica pareja de muñecos.
Si bien es cierto que la trama es bastante simplista. Barbie sale de su mundo de yupi para ver como en el nuestro, las mujeres viven pisoteadas por el machismo. Y además, las jóvenes que antes jugaban e imaginaban futuros increíbles junto con su muñeca, ahora simplemente subsisten en cargos mediocres. Todo eso, mientras Ken descubre el patriarcado e intenta imponerlo en Barbieland.
La película carece de efectos visuales, todo el escenario real y fabricado exclusivamente para la ocasión, le da una perspectiva increíble a nivel de fotografía, obra de Rodrigo Prieto, lo que podría valer la nominación a los premios de la Academia.
Margot es lo mejor de la película
La interpretación de Margott es perfecta en todos los aspectos, su personaje evoluciona y queda lejos de un personaje cliché. Es más, el guión y la directora, han querido humanizarla y alejarla de los estereotipos. Siendo la mejor Barbie de la historia.
Mientras que la protagonista ha sido una muy buena elección, Ryan Gosling me sobra mucho. No me acabó de convencer físicamente al personaje, pero no soy el director de casting. Además, su personaje se hace irritable.
¿Barbie empodera a la mujer?
Lejos de una película cliché sobre una muñeca, Mattel se ha lanzado a la piscina y ha querido empoderar un mensaje feminista que irá apareciendo hasta en cuatro ocasiones, por si se quedaba mal explicado. Lo que me ha parecido lo más valiente y necesario en los tiempos que corren. La muñeca ha pasado de representar una mujer empoderada que soñaba en tocar las estrella a una figura sexualizada sin trasfondo. Ese debate llevaba sobre los hombros de la muñeca en los últimos treinta años.
Esta película sirve de respuesta para aquellas personas que pensaron que Barbie era un estándar de belleza de la sociedad de los 50. Lo es, pero su atractivo también se fortalece por la infinidad de profesiones – muchas de ellas ocupadas mayormente por hombres-. Y ese es el mensaje que se quiso reforzar.
A mi humilde opinión, a la película Barbie le sobra 30-40 minutos del final. Me parece muy extensa cuando ya no hay nada más que contar y mientras comienza ágil y entretenida, evoluciona a lenta y sin chicha.
Sus puntos fuertes han sido una fuerte campaña de promoción que nos ha empujado a las salas de cine como hacía tiempo que no se hacían. Una banda sonora comercial muy a la altura de este hito y un mensaje feminista que era necesario para usarlo como debate para las siguientes generaciones. Por supuesto, también las referencias a las más de mil productos, accesorios y vestidos de la muñeca en todas estas décadas y la actuación de Margot Robbie.
Los puntos flojos de la película es la velocidad de montaje de la mitad para el final, sumado a una repetición sistémica del mensaje y algún número musical que era flojo.