Dirigida por Ángel Gómez Hernández, el mítico autor de nuestras pesadillas de infancia, El Hombre del Saco, vuelve a la vida en nuestros cines. Inspirados en la tradición, el mito, el cineasta ha recabado todo tipo de leyendas urbanas para imaginar los orígenes de este fantasma del pasado.
El actor Javier Botet se desempeña como el protagonista de nuestra pesadilla. Cuenta además de una sublime interpretación de Macarena Gómez como Claudia, la madre de tres de los niños que llegan a Gádor. Cierran la lista de actores Manolo Solo, Iván Renedo, Claudia Placer, Lorca Prada, Carla Tous, Lucas de Blas, Guillermo Novillo y Luna Fulgencio.
Una aventura terrorífica
A pesar de rescatar a un ser mitológico, la cinta se centra en buscar la raíz humana de la leyenda mediante una investigación impulsada por los pequeños del pueblo, ante las incesantes desapariciones de varios de otros muchos. No es una cinta de terror al uso, es una entretenida cinta de suspense, toques cómicos y aventuras.
En un encuentro en los cines FULL Kinepolis del centro comercial Splau, en el que director y protagonista celebraron un preestreno con seguidores, el director había confesado en YOUNG que tras su rodaje le resultaba complicado ver la esencia de la historia, suponemos que el editor Luis de la Madrid ayudaría a cerrar todas las dudas y conseguiría una cinta entretenida para ver todos. No obstante, sí, algún susto te llevas, pero a medida que avanza la trama, las ganas de encontrar al hombre del Saco, se hace necesario clavar tus ojos a la pantalla.
“El hombre del saco” es una aventura
“El hombre del Saco” es una aventura toda ella, es una película que cierra con un buen mensaje y profundiza sobre todo en el papel de la paternidad. Y sobre este tema, saquémonos el sombrero por Macarena Gómez, quien lleva tiempo demostrándose cómoda en este registro y le sienta como a un guante, hacernos sufrir por sus personajes.
Considero que este pequeño papel es suficiente para darnos una lección de interpretación. Aguda y perspicaz como pocas intérpretes, Macarena sabe degustar cada palabra y sumarle emoción. Ojalá, la Academia se plantee su interpretación en la próxima edición de los Goyas.