Oppenheimer

Oppenheimer

Uno de los últimos directores capaces de aunar un toque autoral y cine comercial, Christopher Nolan, nos trae su último film, Oppenheimer, la historia del creador de la bomba atómica.

Lo hace mezclando géneros. Tenemos, por una parte, un biopic y por otra, cine judicial. Y a pesar de que esté basada en hechos reales, el firmante de la trilogía del Caballero oscuro, narra los eventos de este fatal invento de la ciencia de tal forma, que consigue tensarnos, intrigarnos y tenernos pegados a la butaca como si de un thriller se tratara en ciertos momentos del metraje.

Para ello se vale de un reparto de talentos de Hollywood, que sólo un director de su nivel es capaz de unir para su largometraje.

Un reparto explosivo

Tenemos a Cilian Murphy como Oppenheimer y a él le acompañan Emily Blunt, Florence Pugh, Matt Damon, Josh Harnett, Kenneth Branagh o un Robert Downey Jr. cuya caracterización le hace lucir mucho más viejo que el multimillonario Tony Stark, alias Iron Man.

Oppenheimer

Todos han rebajado su sueldo con tal de poder participar en la cinta a las órdenes de Nolan hasta la cifra de cuatro millones, lo cual ha permitido reducir el presupuesto de Oppenheimer hasta los 100 millones.

Estos lucen de maravilla, pues el director de Memento ha rodado en 70 mm y ha usado cámaras IMAX para una puesta en escena enorme, que incluso destila ese «sense of wonder» de tan significativo evento.

Jugando con la audiencia

Además, en lo narrativo, se permite ir dando saltos en el tiempo y jugando con el formato, pasando del blanco y negro al color e insertando imágenes hipnóticas e incluso lisérgicas de los átomos reaccionando unos con otros en lo que sería el interior de la bomba.

Oppenheimer

Supongo que Nolan no quería entregarnos un biopic al uso y su intención era captar la atención del espectador. Aunque sea fácil a un solo click de ratón saber quién fue Oppenheimer, no sabes cómo va a narrarlo Nolan.

Una historia que puede dividirse en tres partes bien diferenciadas, que serían la formación del brillante físico, la creación de la bomba y el posterior dilema moral, sentimiento de culpabilidad e intento de ningunear al científico por su supuesta vinculación con los comunistas.

Cillian Murphy es la película

Y es que por mucho que quien fuese el niño mimado de Warner nos entregue un aparatoso biopic en formato blockbuster, si el actor protagonista elegido no estuviese a la altura, sería como abrir un precioso paquete cuyo interior estuviese vacío.

Oppenheimer

Pero por suerte, Murphy es un actor muy versátil y uno de los fetiche de Nolan, al que hemos podido ver anteriormente en Batman Begins u Origen, y aquí está excelente. Dota al brillante científico de una gran variedad de capas, matices y una complejidad a la altura del ingenio que creó y que parecía imposible fuese a tener lugar. Un terrible invento que cambió la guerra para siempre y con ella, la historia de la humanidad.

Un personaje muy decidido y seguro de sus decisiones, pero con unas habilidades sociales no tan claras, hasta el punto de afectar sus relaciones tanto amistosas como amorosas.

Enorme biopic

Con todos estos ingredientes tenemos una de las películas del año, alejada de franquicias, superhéroes y recargados FX.

Solo Christopher Nolan es capaz de ir a contracorriente y en un verano plagado de secuelas, a la cual más aparatosa, estrenar un film adulto y convertirlo en uno de los eventos no solo de la temporada estival, sino del año. No se la pierdan.