¿Cómo te sientes con el paso del tiempo, qué ha cambiado de ese Alejandro a convertirse en XEINN?
Siempre que me miro hacia atrás se me llenan los ojos de nostalgia. Seguramente hubiera corregido errores, pero al final pienso que sin esas pequeñas equivocaciones no sería la persona que soy hoy. He aprendido tanto.
He aprendido a componer, producir, he aprendido más y más, eso tiene un valor incalculable. Lo que pude aprender en el Benidorm Fest es algo que dudo que vuelva a aprender nunca. Eso es un máster concentrado en cinco días.
“Creo que aún se puede aportar mucho con el español en la música”
He aprendido de la industria musical. He cambiado un poco mis intereses musicales, yo antes de Benidorm tenía claro en mudarme a Toronto y realizar ahí mi carrera musical. Cuando Carol Marco me propuso participar en el festival me publiqué sin reflexionármelo. Fíjate que hasta entonces toda mi música es en inglés y a partir de entonces, evolucioné hasta sentirme cómodo con el español. Mi mundo giraba con la vista en el mundo anglosajón, canadiense o americano, pero el español está muy de moda y al final, me siento más cómodo con mi lengua materna.
“Me gustaría arreglarles la vida a las personas”
¿Cambiando de tema, por qué elegiste Ciencias Políticas?
Porque es algo que me apasiona, siempre digo que es mi plan Z. La Música para mí son todos mis planes principales, pero es verdad que me encanta, la sigo no activamente, continuo formándome. Me gusta mucho la historia sobre la política.
El cambio de anteponer la música a la política fue cuando en un verano me fasciné con Justin Bieber, Post Malone, The Weeknd. Recuerdo en el recreo soñar en convertirme en Bieber. Esa idea iba fluyendo por mi cabeza y con dieciséis la recuperé, pero ¿qué vas a hacer con diecinueve años?
Qué bonito sería poderme dedicar por y para la gente, arreglarles sus vidas y terminar siendo un personaje importante en la historia y eso derivó en la política. Es la única vía en la actualidad para poder conseguirlo. Y me encantaría poder servir a la sociedad y es algo vocacional que tengo a raíz de mi fuerte sentimiento de empatía hacia las personas.
