Flash

Flash

Llega a nuestras pantallas la nueva película del DC Extended Universe (DCEU) del velocista escarlata. La película está dirigida por Andy Muschietti, que tras el éxito de las dos entregas de It, parece un hombre de confianza para Warner.

Como resultado de su frustración por el encarcelamiento de su padre, acusado falsamente del asesinato de su madre, Barry descubre que es capaz de correr tan rápido como para viajar en el tiempo, y así, decide que va a evitar la muerte de la mujer que lo trajo al mundo.

Lo que ocurre que dicho acontecimiento, puede cambiar el curso del tiempo y crear divergencias, que luego tendrán catastróficas consecuencias.

El nuevo universo expandido de DC

Tras el nombramiento de James Gunn y Peter Safran como los jefazos del universo heroico de Warner, esta película debe ser el adiós de lo que empezase con «Man of steel» en el 2013, a manos de Zack Snyder.

Tras esta, las cintas se fueron estrenando una tras otra y los números no eran muy del gusto de los antiguos jefazos de Warner, siendo «Aquaman» la más exitosa con 1.148 millones de dólares. «La liga de la justicia«, donde se juntaba la Trinidad de DC, se quedaba en unos flojos 657 millones de dólares, lejos de lo que se podía esperar de un film donde se daban cita los superheroes más emblemáticos de la compañía.

Así pues, Flash, que toma como punto de partida el cómic Flashpoint, está destinada a ser el capítulo que cierre lo que ya conocemos de este universo conectado y el nuevo punto de partida en base al que se construya lo que está por venir.

Lo que importa son los personajes

James Gunn que viene de cerrar por todo lo alto la trilogía de Guardianes de la galaxia, así lo ha dicho. No van a dar luz verde a ningún proyecto en el que no tengan un buen guión y en el que no se mime al personaje.

En el caso de Flash, es un proyecto heredado de los antiguos mandamases de la major, pero está claro que se ha reajustado para que encaje en la nueva dirección que va a tomar este universo. Es una criatura de Frankenstein que seguro ha tenido mucho remontaje y reshoots en la que el tono es más ligero, familiar y amigable.

No tiene nada que ver con la oscuridad, seriedad y los héroes atormentados de la era Snyder, por mucho que esto tenga su legión de seguidores que, a día de hoy, aún reclaman su «snyderverse».

Flash

Flash ha llegado para quedarse

Lo afirmo rotundamente, si los escarceos con la ley de Ezra Miller, quién estuvo involucrado en varias peleas de bar con paso por prisión incluida, se quedan atrás, este Flash dará mucho juego en el futuro.

Hasta la fecha lo habíamos visto como un simple alivio cómico tanto en la versión de John Whedon como en el Snyder Cut, pero aquí la historia se sostiene sobre sus hombros. Y la verdad que el protagonista de Tenemos que hablar de Kevin, sale airoso de sus dos encarnaciones de Barry Allen.

Personajes secundarios de lujo

No está solo en la difícil misión de llevar la película adelante, sino que está arropado por Ben Affleck, Jeremy Irons, nuestra Maribel Verdú – en su debut americano –

Pero cabe destacar a Sasha Calle y Michael Keaton. La primera compone una Supergirl bastante carismática, que da ganas de volver a ver en la gran pantalla, y el segundo vuelve a ponerse las orejas de murciélago haciendo las veces de mentor de Flash, con una solvencia fuera de toda duda. Que gusto volver a ver al Batman de Tim Burton en pantalla.

El que sale perdiendo en esta ocasión es Michael Shannon pues vuelve a encarnar a Zod, pero su presencia en pantalla es testimonial y casi una excusa argumental para tener un malo al que poder pegar.

Benjamin Wallfisch vuelve a lucirse

En cuanto a la bso de uno de los alumnos aventajados de Hans Zimmer, compone un score a la altura de lo que se espera del cine de superhéroes. Temas épicos, algún apunte cómico cuando lo requiere y otros de corte más dramático cuando el metraje está en un punto más serio.

Y llegamos al punto más flojo que es el CGI. Este va dando bandazos en la calidad del acabado y supongo que esto es debido a lo que mencionaba de la naturaleza de rompecabezas del largometraje que nos ocupa.

Seguro no se ha dispuesto del mismo tiempo para trabajar en los fx de la escena que abre la cinta, con el Batman de Affleck en moto y Barry salvando a la gente de un hospital – que me parece la mejor del film- que los momentos finales donde el héroe carmesí debe resolver el desaguisado, y que tiene algunos rostros que rozan la textura «plasticosa».

Así si, Warner

Con todo, y a pesar de lo mal que pintaba esto, con tantos cambios en la directiva de Warner Bros y todas las polémicas extracinematográficas de Ezra Miller que vaticinaban un estrepitoso fracaso. Lo que tenemos es un film de viajes en el tiempo que no se toma en serio a si mismo, muy divertido y disfrutable.

Respetuoso con el legado de Dc y que abre las puertas a todo un abanico de posibilidades que esperemos, ahora sí, que Dc films de la mano de Gunn y Safran, sepan aprovechar. En ellos confío.