Jon Azkueta: “Trespadejo es el lugar en el que siempre serás bienvenido”

Jon Azkueta
Fotografía de Ami Pond

Cuando llegas a los agradecimientos, los lectores sabrán cosas como que Trespadejo no existe, pero en realidad sí.

Yo veraneo en un pueblo que se llama Trespaderne, cerca de Burgos, y el nombre lo uní con el pueblo de al lado, que se llama Montejo. Es cierto que narro Trespadejo como un pueblo muy grande, y en la realidad, Trespaderne es todo lo contrario.

Se asemeja un poco más a Montejo en cuanto a población. Me he inspirado en la zona de Merindades, los campos de trigo, los lavaderos, el pilón, el tema de la granja. Siempre diría que es ficticio y la semilla está en los pueblos reales en los que pasaba los veranos.

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¿Háblame de Leonardo, porque es un personaje masculino, muy normal, que no tiene oscuridad, que justifique violencia en la novela, como suele ocurrir en la literatura de este género?

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Lo principal era que Leo fuese normal, queda mal el término, pero sí, cotidiano. Que se asemejara al tipo de personas que te rodean normalmente. Quería plasmarlo a él con un poco de mí, pero que no fuese un personaje hiperidealizado.

A eso quería llegar, no quería tampoco que fuera el “malote“. Buscaba a alguien diferente y que permitiera que la gente empatizara de igual manera. Además, me gustaba la idea que aportara algo de alegría al personaje de María.

Al principio de todo, cuando María llega al pueblo y se hace pasar por beata, vemos que Leonardo llega a tontear descaradamente con ella. Siente curiosidad por ella y quiere hurgar en su rara actitud. Una vez María recula y se expande, entonces es él quién se apaga.

“Leo es un personaje normal”

Pienso que se trata de un personaje muy importante, porque hay quiénes agradecen leer el cómo termina una relación y pasar página y Leo lo enseña de forma natural. Quería con esta novela mostrar esas situaciones tóxicas, para que, como lector, pudieras reconocerlas. Al final yo, no puedo decir que tenga la responsabilidad de educar, eso me parece una carga terrible, sí quería que el lector reconociera esas actitudes y que juzgara de que eso no estaba bien.

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