¿Por qué cuando pensamos en romanticismo vamos a lo empalagoso, y, en cambio, en tu novela, casi ni aparece y le damos más peso al humor?
Siempre he dicho que cuando escribiera novela romántica, quería también escribir puntos románticos, al final para que se denominara dentro de este género, pero centrándome en la picardía y en la comedia.
En totas mis novelas siempre he querido que predominara la comedia. En mi vida siento que soy bastante así, no me gusta vivir las cosas con drama, sino que intento que todo me afecte positivamente y responder con una sonrisa.
Yo creo que aunque introduzca temas serios o ideas que son, para mí, importantes, siempre lo haré de una manera que resulte cómica. O si entra un tema potente, lo suavizo después con algo de humor. Intento conectar con el lector mediante el humor, se me hace mucho más natural a la hora de escribir.
Jon Azkueta: “En totas mis novelas siempre he querido que predominara la comedia”
Entonces, debes de ser la hostia como colega para tus colegas.
(Ríe) Ojalá siempre fuera como mis personajes, aunque no tan locos, porque es demasiado. Ojalá así fuese, ojalá vivir en Trespadejo.
Hablemos de María, la cachonda, que consigue despertarnos un punto de compasión y amor por ella. Es un personaje muy puro que desea reconducir su vida, ¿por qué necesitaste crear a este personaje en la historia?
Yo siempre afirmo que todo surgió gracias al personaje de María. Estaba en un verano aburrido, bueno, que me apetecía escribir. Y escribí un relato que contaba como María entraba a una iglesia para confesarse. En una primera idea, la cosa iba a quedarse ahí, siendo un pequeño relato de apenas cinco páginas.
Pero cuando lo escribí, me encariñé con su personaje y me puse a investigar más acerca de este personaje para crearla completamente. Le dediqué mucho tiempo para hacerlo y además, lo disfruté mucho.
Cuando decidí subirlo en la plataforma y vi como a la gente le empezó a gustar mucho esta historia, la de que María iba a irse a vivir a una granja, es ahí donde verdaderamente comenzó lo que fue una historia de amor. Me enamoré de María porque ella fue la que dió pie a toda la historia, y sin el apoyo de la comunidad de Wattpad, no hubiera desarrollado la aventura de su viaje en Trespadejo.
Jon Azkueta: “María solo iba a ser protagonista de un relato corto”
Tengo que admitir que en un comienzo me sentí inseguro con este personaje, pues era muy loco y además, le doté muchas de sus particularidades inspiradas en mí.
Esta historia la escribí hace mucho tiempo, luego la he revisado, editado, cortado, reescrito y le di muchas vueltas y siempre he intentado añadir cosas mías en ella. Cosas mías, pero entiéndeme, exagerándolas por mil, no quiero decir que sean tal cual peculiariedades mías ciertas. No me parezco en ella en aquellas cosas que la gente suele imaginar. Pero eso de sentirse perdido en la vida, es algo que todos hemos sentido alguna vez y eso hace que conectes mucho con ella.
En esta novela María empieza pensando en ir en busca del amor romántico que a todos se nos ha impuesto, pero descubre que su verdadera misión es descubrir el amor propio.
Al final, la gente siento que se ha sentido identificada en ella porque comparte, a grandes rasgos, nuestros deseos y nuestras flaquezas. Al final Trespadejo es el lugar en el que seas como seas, siempre tienes un espacio en el que vas a ser bienvenido. Por eso todos los personajes son tan diferentes y llegan a encajar.
“La verdadera misión es descubrir el amor propio”
Hablamos del viaje de María, pero escuchándote, me da la sensación de que el auténtico viaje de autoconocimiento era el que tú has vivido mientras escribías esta novela. ¿Qué has aprendido de ti mientras escribías esta historia?
He aprendido muchas cosas, cuando llegó la propuesta de Planeta de publicarla, decidí reescribirla. Para mí es la novela que guardo mucho cariño, es una novela que llevo muchos años metida en mi cabeza y como autor, me ha servido para poder conseguir el feedback de los lectores gracias a haberla publicado en Wattpad.
El hecho de recibir comentarios párrafo a párrafo mientras la escribes, ayuda a ver qué cosas les hace más gracia, lo que no y, por tanto, gracias a eso he podido ir trabajando mucho más mi estilo.
También he cogido más seguridad en mí. No confiaba que la gente pudiera consumir comedia en la lectura, porque no hay tanto de esto, sino que suele ser más dramático. Y como autor me daba miedo que nadie pudiera leer mi historia. Al final, he aprendido a poder emocionar sin dejar de lado la comedia. Me gustaría en el futuro llegar a hacer reír, aún más, a la gente y poder emocionar, a partes iguales.