La película de Nicolas Bedos, Los Amantes del engaño (Mascarade), es una peliculaza. Inspirada con la estética del cine de oro francés y las postales italianas, es un entretenido drama sobre la masculinidad frágil. La cinta consiguió un premio del Festival de Cannes en 2022 en la sección oficial, un año después, llega a las salas españolas.
Un hombre, Adrien (Pierre Niney) vive de la fortuna de una actriz, Martha (Isabelle Adjani). Él es su hombre de compañía, tras haber fingido ser un escritor mediocre que necesita de su fortuna para sustentarse. En una fiesta, se encuentra con Margot (Marine Vacth), lo que supondrá el inicio de una aventura llena de giros inesperados, manipulaciones y planes para acabar con otro personaje, Simon (François Cluzet).
Los amantes del engaño tiene un guión muy fuerte
La verdadera gracia de esta película es un guion que destaca por una fina línea entre la lógica y la irracionalidad. Contiene elementos que viajan de las películas del espionaje y dejan al descubierto temas como la dominación por medio del poder y el sexo y la fragilidad de este con el amor.
Es, sin lugar a dudas, un peliculón que aprovecha una postal de la costa azul, para hablarnos del amor comprado. De avisarnos de lo poco que importan estas relaciones y de la soledad que sienten las personas ricas. Es un juego de poderes que recuerdan historias como Robin Hood pero invertido. Y es el que el cine siempre ha reforzado esa admiración por el dinero, siendo la cúspide de una sociedad capitalista, pero en esta ocasión, la muestra vulnerable y apática.
No he hablado de la interpretación, pero a pesar de que todos hacen una defensa de sus personajes increíbles, sobresaltan las miradas de Isabelle Adjani y los múltiples registros emocionales de François Cluzet, quien pasa de la alegría a la desesperación en nada.