Décima entrega de la saga Fast & Furious en cines, que empezó en el lejano 2001. La silla del director la ocupa Louis Leterrier, en sustitución de Justin Lin. En esta ocasión la familia se ve amenazada por un enemigo del pasado, el hijo de Hernan Reyes, Dante. El cual no va a matar a la primera de cambio a Toretto y los suyos, sino que quiere verlos sufrir.
Una versión macarra de Misión Imposible con esteroides
Una saga que comenzó con un remake no confeso de Le llaman Bodhi – si no la habéis visto haceros un favor y saldar esta cuenta con la cinta de Keanu Reeves y Patrick Swayze -. Cine de acción urbano con una fuerte presencia de coches y el mundo tunning. Para ir mutando en una versión macarra de Misión Imposible con esteroides y capacidades sobrehumanas, porque sí.
Para esta Fast X ( o Fast and Furious 10) se traen a un nuevo malo al que hacer frente, que conecta esta entrega con la mejor de la saga para el que esto escribe, esta es Fast 5. De ladrones de coches con buen corazón a superagentes que roban cajas fuertes o artefactos.
Superhéroes de asfalto y gasolina
Aún recuerdo cuando vi la cuarta entrega, con esa escena inicial donde Toretto y Leti esquivaban un camión cisterna que daba vueltas de campana, pasando por debajo sin mucho problema y torcí el gesto, para luego comprender que el tono de ahí en adelante, iba a ser ese. Y desde entonces, esa es la máxima de la saga, el espectáculo lo es todo. No importa si no es posible, verosímil o si tiene sentido. Si queda bien en pantalla, adelante con ello. La espectacularidad por encima de lo demás.
En cuanto a la trama, una simple excusa para encadenar una escena tras otra como un circo de tres pistas.
El más difícil todavía
La familia que tanto menciona Diesel a lo largo de la saga, son seres dotados de habilidades especiales, entre las que se encuentra esquivar la muerte de mil formas posibles. En el caso de Toretto, hasta fuerza casi al nivel de Hulk, aunque sin ponerse verde. En caso de morir, no temáis, regresarán de alguna forma para dar un giro de guión, aunque esté cogido con pinzas, con el único propósito sorprender.
También tenemos el tema de los villanos, que son malísimos hasta la médula, pero habrá algún motivo por el que los rediman, y en la entrega siguiente, será otro integrante de la extensa familia. Aunque en esta ocasión no tiene pinta de que eso vaya a pasar, sino que se enfrenten a su villano final.
Dante es un psicópata. Un cruce imposible entre Joker y Jack Sparrow
Parece que Jason Momoa se lo ha pasado en grande interpretando a este malvado que se pretende sea la nemesis de Dom. Está pasadisimo de vueltas durante todo el metraje, justo igual que los coches y las escenas del film.
Cuando uno va a ver una nueva Fast and Furious sabe que va a ver muchos coches, persecuciones y explosiones, y en esta ocasión la mejor de las setpieces, es la que abre la película en Roma.
Un «pinball» gigante por las calles de la ciudad italiana, donde una bomba con forma de bola gigante, a punto de estallar, trae de cabeza al equipo, mientras que el protagonista de Aquaman pone cara de loco disfrutando del espectáculo.
Las otras dos escenas que considero merecedoras de mención, son la presentación de Cena – el cual posee una vis cómica que ya quisieran para si Tyrese Gibson y Ludacris- irrumpiendo en el hogar de Toretto, para salvar al pequeño Brian.
Y la que implica a Statham, dando buena cuenta de los enemigos que irrumpen en su morada.
Reparto de estrellas con nuevas incorporaciones
Son muchos los actores que han pasado ya por la saga de los coches furiosos, y aquí tenemos tres nuevos fichajes para sumar a la lista.
El ya mencionado Jason Momoa – que ha declarado componer su personaje con la intención de hacer reír a Vin Diesel y conseguir desconcentrarlo durante el rodaje-
Brie Larson, que hace de la hija del personaje de Kurt Russell y Daniela Melchior, a quien pudimos ver en El escuadrón suicida, Guardianes de la galaxia 3, y que tal vez, volveremos a ver en las siguientes entregas.
Apaga el cerebro y disfruta
Con todos estos elementos, Fast & Furious X se presenta como un aparatoso blockbuster con la única pretensión de entretener, donde todo es hiperbólico, hay mucho humor bobalicón y el malo más malo y más excesivo que puedas conocer.
Si mezclas todos estos ingredientes, el resultado es como ir a un McDonald’s, está bueno para ese momento y te sacia, aunque sabes que no va a ser la mejor hamburguesa que puedas comerte. Y a pesar de todo, tal vez otro día, acabes repitiendo.
La saga lleva amasados en todo el mundo 7000 millones y Diesel tiene intención de sacar spin offs cuando acabe con esta trilogía final. Si logrará llevar esos proyectos adelante o tendrá que tirar marcha atrás, dependerá de la taquilla de esta última. Veremos si no se le acaba la gasolina.