¿En qué momento quisiste dedicarte seriamente en la música, disculpa, pero aún resuena tu aparición junto a Jirafa Rey en “Cómeme el donut”?
Es que ni yo en ese momento no me tomaba seriamente una posibilidad de carrera musical con todo eso (ríe). Es que no estaba haciendo música, ni se me pasaba por la cabeza, que eso se pudiera llamar música. Simplemente, lo veía como hacer una performance y dentro de la actuación se requería un apoyo musical y es lo que fue.
Tenía mucho miedo hacer música, desde pequeña soñaba en poder hacerlo, pero lo que ocurre es que nunca me sentí válida para poder hacerlo. Es cierto que no había sido música, pero esa experiencia me ayudó a descubrir herramientas que me han ayudado a decirme a mí misma que ahora sí estaba preparada para conseguir mi camino.
“No consideraba que estuviera haciendo música”
¿Lapili, cuando pensaste en hacer este disco, qué querías contar?
Siempre voy dirigida a mí, la verdad, hago todo lo que me sienta conforme con lo que me encante. Ese es el verdadero camino para conseguir trasmitir a quiénes lo puedan escuchar. Es cierto que ha habido elementos de este disco que estaban planeadas desde un principio, pero a su vez, han surgido sinergias y se han incluido después.
Es verdad que tengo muy claro que si me apetece crear un dembow, iré a buscar a un productor dominicano, o si quería buscar las raíces con el afropop, tenía que viajar a Gana, pero porque nadie mejor que los autores de los géneros sabrán trasmitir la esencia de su música.