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Sarath: “Admito que me costó asimilarlo, fue un cambio importante”

Precisamente quería que hablásemos de la lesión que sufriste y que parece que fue el punto de inflexión para reinventarte y que nada te detenga.

Yo llevo bailando desde los hoy once años, ahora tengo diecinueve. Yo estaba ya en campeonatos, prácticamente desde que empecé en el baile, al mes yo ya estaba compitiendo.
O sea que desde muy pronto tuve mucha disciplina, que con doce años es muy difícil. Y fue un golpe muy duro para mí porque encima nos íbamos al World of Dance, que es un campeonato muy importante en Estados Unidos, y justo una semana antes me lesiono. Y no una lesión normal, fue una luxación de rótula, así que horrible. Estuve un año de recuperación, e intenté sacar las fuerzas de donde fuera, y al final fue cantando.

“La lesión tenía que ocurrir para que me dedicara a cantar”

Realmente esa lesión, aunque en ese momento fue una desgracia, ¿no crees que fue un golpe de suerte que te ha traído a donde estás ahora?

Sí, sí, siempre lo he dicho, que esa lesión tenía que ocurrir para que yo me metiera a cantar. Porque además, a raíz de eso me presenté a programas de televisión, darme visibilidad cantando.

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¿Antes de la lesión ya te imaginabas dedicándote en un futuro a música?

Desde pequeña. Yo me veía las series estas de ‘Patito feo’, ‘Violeta, me iba a los conciertos, y yo me imaginaba siendo uno de ellos. Pero es verdad que más bailando que cantando. Aún así, ahora mismo las dos, no podría ni elegir.
Y cómo se sentiría la Sara Gálvez que veía Patito Feo viendo que acabas de firmar con Universal, que has sacado un videoclip tan bueno, tu primer tema.

Estaría muy orgullosa. Todavía me queda mucho camino, pero es que está yendo muy bien. El lanzamiento tan rápido, y siendo el primero, y está yendo superbién.

¿Qué le dirías a esa Sara que no se imaginaba todo lo que le iba a ocurrir?

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Sobre todo, que menos mal que ha soñado desde pequeña, porque siempre lo he visualizado, lo he tenido muy claro desde siempre, y que gracias por no haberse rendido. Porque yo he tenido mis momentos de bajón como todo el mundo, pero he sabido superarme.

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