Saliendo con los ojos puestos a tu trayectoria como actor, ¿qué producción te ha enseñado más a ser el actor que eres hoy?
Se me ocurren varios, pero el primero que me motivó y me enseñó mucho acerca de este oficio y entender que lo es, fue “Fènix 11:23” en el que hice por primera vez un papel protagonista y en el mundo audiovisual pocas veces he repetido.
En esa producción fue estar un mes rodando, estando presente un 98% de las escenas, fue cansado, pero me ayudó a entender muy bien el porqué me gusta el cine. Y me gusta también el detrás de cámaras y el proyecto actual que hacemos con “Romeo y Julieta”, hago de protagonista y me está ayudando a aprender un montón.
Hablando de la obra de teatro universal, ahora que te calzas con el papel de Romeo, ¿Qué crees que le has aportado a este personaje?
Pues te voy a asegurar que hacer de Romeo ha sido de los procesos más complicados que me he encontrado nunca en una producción hasta la fecha.
David, el director, quería que dejáramos de pensar en el cliché que aparece cuando piensas en “Romeo y Julieta”. Quería que tocáramos más la tierra y evitar estar todo el tiempo en las nubes. Todo esto manteniendo el verso, hay bastante verso en la obra que se mantiene, pero todo se asemeja a la película de “Romeo y Julieta” con Leonardo DiCaprio.
