Los entrantes
Un clásico que nunca falla y más con el calor de estos meses de verano es la Ensalada de burrata con un abanico de aguacate, frutos secos y tomates cherry sicilianos.
Una tierna burrata que se deshace y se mezcla con el toque tropical del aguacate, una propuesta tierna y fresca que se rompe con el estallido de los frutos secos que dan ese punto crocanti en cada cucharada. Un inicio perfecto para un menú que apenas comienza.
Seguimos esta maravillosa carta pidiendo el Carpaccio de cigalas, un plato que entra fácilmente y que suenan notas saladas y dulces como una dulce melodía de verano. Es una equilibrada sinfonía, si me lo permites, de sabores en tu paladar.
Si no te apetecen los mariscos hay alternativa, el Carpaccio Harr’s bar di Venezia, hecha con carne de vacuno madurado al carbón y acompañado de una crema que homenajea a la mesa italiana, el limoncello.
En este caso la tierna carne se rompe al tacto de tu paladar, acompañados de unos suaves aromas ácidos. Todo esto debajo de una fresca rúcula que da ese punto de frescor al final.