De cantar en los pasillos del metro a llenar una sala en Barcelona, así es Cesc Sansalvadó

El compositor y cantante catalán, Cesc Sansalvadó, regaló anoche un concierto a sus seguidores en la sala Luz de gas. Pocos conocen sus inicios y es que se dió a conocer ofreciendo su voz a los pasillos de las estaciones del metro. Su voz es una poderosa arma que no necesita de filtros para poder elevar al público a lugares inhóspitos en el que solo la música te puede hacer llegar.

Canciones cómo “Queda’t amb mi” nos invitaron a acercarnos, cubata en mano, a dejarnos llevar por sus historias, sus letras y su voz.

Cesc demostró anoche tener el poder de retener toda la atención a sus letras, aunque las desconozcas. Sabe atraer al público a un show en vivo que se disfruta con la cercanía y que contó con la participación de Sara Roy y Ramón Mirabet. Un espectáculo que duró más de noventa minutos, cómo en una película y que vimos canciones cantadas a pleno pulmón, otras íntimas con apenas una guitarra melódica y otras en las que sientes estar en esa escena melancólica en la que recuerdas tu vida con su banda sonora.

El público, entregado de principio a fin, creo que poco a poco pudo descubrir el abanico de su registro, su talento y contagió esa ilusión de, al fin, tocar en una sala llena que acabó vitoreando su nombre, yo incluido.

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