Anoche el colombiano vistió la ciudad condal. Bajo la lluvia y con un retraso de media hora, el Parcero subió al escenario a ritmo de su hit Hawái. De principio a fin, los 17.000 asistentes vibraron junto a su artista y se entregaron a gritos desde antes de empezar la velada.
El artista llegó a verse emocionado en varias ocasiones y recordó que ese show sufrió un retraso de dos largos años debido a las restricciones de la pandemia por Coronavirus. Sin lugar a dudas, la estrella ofreció el mejor espectáculo posible, siendo un concierto muy dinámico y con una gran puesta en escena, Maluma estuvo muy bien arropado por 8 bailarinas y su equipo musical.
El escenario, diseñado en forma de “X”, ofrecía a los espectadores una visión del cantante a 360º y él se preocupó ocupar cada campo de visión el mismo tiempo para no dar la espalda. Además, recordó también los fallecidos por la pandemia y les dedicó a piano y con una lluvia de pétalos rojos, las letras de ADMV, el tema más romántico de su último álbum Papi Juancho.
Maluma llevaba tiempo esperando este momento, reencontrarse con sus seguidores, y a pesar de que los medios le han otorgado una fama injusta, decidió bajar del escenario a arropar a los asistentes. El momento más emotivo, fue cuando bailó junto a una anciana seguidora del artista, sentada cerca de su escenario.
Barcelona ayer vibró a ritmo de Vente pa’ca, Felices los 4, Madrid y sus dos nuevos sencillos Cositas de USA y Mojando asientos.
Con un Palau Sant Jordi lleno hasta la bandera, el Colombiano hizo entrar en su mundo hasta la media noche a cada asistente, quién lloró, cantó, bailó y se rindió a su música. Antes de despedirse, les dijo a los asistentes que el concierto de ayer fue el mejor de toda Europa hasta la fecha. El tour continuará en Portugal y Madrid.