Portada de Voy a quedarme en el que se muestran dos chicos con una tierna mirada detalle
Fotografía de Dario Cavero (@dario.cavero), Alex Peñas (@alexpg2) e Isma O'Sullivan (@_osullivan_)

Capítulo 16 – Álex

Tras desayunar, recojo la habitación y compruebo que tenga todas las cosas para las clases. Salgo de casa tras visitar una última vez el baño, y a punto estoy de comerme a uno de los vecinos en cuanto cruzo el umbral de la puerta. En seguida llego a la calle, donde el sol me saluda con un soplo de aire; una manera un tanto gélida, la verdad sea dicha.

No me entretengo mucho, ya que el tren que tengo que coger pasará por la estación en veinte minutos. Aunque me ruge el estómago por no haber desayunado nada, no me detengo en las cafeterías ni panaderías que hay a lo largo de la avenida. Sólo faltaba eso, que con la cola que hay en cada sitio a estas horas terminase por perderlo. Me vuelve a rugir como un león famélico al subir las escaleras de la entrada. Y, a pesar de que me han sobrado unos cuantos minutos, se va a retrasar. Maldita sea.

Cruzo los torniquetes y me giro hacia el bar de la estación. Pido un dónut y un café sólo para llevar, echo dos sobres de azúcar moreno y me lo voy comiendo de camino al andén por el que vendrá el tren. Una vez me quedo con una mano libre, aprovecho para escribirle a Luna. No sé nada de ella desde ayer por la tarde. Agarro mi móvil y voy tecleando, aunque hacerlo con una sola mano es complicado, y los mensajes que redacto tardan lo suyo.

Hola, Luna

¿Qué tal estás?

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