La nueva profesora del colegio junto con su hermano, el sheriff local, centrarán su atención en el pequeño Lucas, un niño cuyo extraño comportamiento no es casual pues guarda un oscuro secreto.
La nueva película del actor y director Scott Cooper, conocido sobretodo por Corazón Rebelde o por ese intento de volver a ganar el prestigio perdido por Johnny Depp titulado Black Mass, es un cambio de género al terror con producción de, nada menos, Guillermo del Toro.
Así que tenemos a un director con cierto prestigio, un director y productor con un amor enorme por los monstruos y a estos le sumamos al guionista Nick Antosca a quien debemos series como Channel Zero o Nuevo sabor a cereza.
Uno podría esperar que de la conjunción de estos tres nombres saliera un gran título de terror pero siento decir que no es así.
Es un film de terror convencional en todos los sentidos pero que por lo menos ofrece unos mínimos de calidad que a veces no encontramos en una gran producción dejándolo todo al servicio de los fx y descuidando la historia.
Aquí es fácil anticiparse a lo que va a ocurrir pero se ve un mímo en lo que nos están contando, una foto bastante destacable y unos actores casi siempre solventes que aquí están también bastante bien.
Keri Russell y Jesse Plemons no pegan como hermanos de ninguna de las maneras pero están tan bien en sus papeles que uno olvida que el parecido entre ambos es totalmente inexistente.
Y al final el plato fuerte de la función es la criatura –y no es ningún spoiler pues el titulo español y los trailers ya nos dicen que aquí hay un “bicho- y la verdad que tanto el diseño como los fx son de primer nivel.
Creo que el tener un niño de protagonista y un monstruo tan elaborado son muy “marca de la casa” de Del Toro y se nota en la producción de la cinta y la temática.
Pero al final tenemos un film de terror que va a lo seguro, sin sorpresas y que la verdad dista de ser memorable. Tan fácil de ver como de olvidar y que a estas alturas tras el retraso por la pandemia pensaba que iba a acabar en Disney + sin pasar por cines, en lugar de llegar a nuestras carteleras.
Terror sin complicaciones para pasar un rato entretenido.