¡Bueno, bueno, bueno! Pues os traigo otro festival de cine fantástico tanto en el sentido estricto de la palabra como adjetivo calificativo.
Este es La semana de cine fantástico y de terror de Donosti que ha celebrado su edición número 32.
¡Y menudo festival señores! Olvidaos de los formalismos puros y duros de otros festivales con tanto protocolo, y de guardar tus pensamientos cuando la proyección se hace larga y aburrida.
Aquí puedes gritarle a la pantalla lo tonto que es el protagonista o darle una réplica a la chica metida en apuros, a grito pelado, que nadie te va a decir que te calles, al revés, si tú comentario es ingenioso o gracioso, el público incluso lo festejará pues Donosti es un festival muy diferente.
Tiempo atrás había un bar al que la gente iba acudiendo en medio del film y el ambiente parece ser que era mucho más festivo -el alcohol siempre se presta a esas cosas- pero lo que me he encontrado tampoco es que lo separe mucho de un ambiente muy divertido y alegre.
Donosti es un festival dónde a los invitados, cuando presentan su film, se les increpa si no imitan a Chiquito o se desnudan en el escenario -que no quiere decir que accedan y lo hagan- donde desde la broma, se le tiene manía al Festival de Sitges, donde se organiza La guerra de fanzines y cada noche a la entrada te entregan uno, luego los responsables del mismo lo presentan y al acabar la semana sale un ganador.
Como veis un certamen bastante diferente a lo que el que escribe está acostumbrado, donde se ha podido ver una exposición del gran artista SanJulián -autor de portadas de publicaciones míticas como Creepy o carteles de cine- que estuvo presente en la expo para hablarnos de su trabajo y del documental de David García Sariñena.
También se ha presentado un libro bastante peculiar del actor Carlos Areces llamado Post Mortem y que reúne reproducciones de aquellas fotos que antaño la gente se hacía con el difunto.
Así mismo, el actor ha sido el protagonista del cartel del festival y cada noche, de la mano del director de La semana –Josemi Beltrán– subía al escenario para cantarnos algo con su peculiar estilo con mucha coña y así presentar el largometraje de esa noche.
¿Y que hay de la programación? Pues por las pantallas de el Teatro principal, el Victoria Eugenia y Tabakalera han pasado bastantes films que fueron proyectados en el Sitges film festival y como uno no da abasto, he aprovechado el Festival de Donosti para ver lo que allí se me escapó.
Así que vamos con las películas de la 32 semana de cine fantástico y de terror de Donosti.
Todo comenzó con la proyección como película inaugural de Veneciafrenia, la nueva cinta de Alex de La Iglesia que viene a ser una mezcla entre giallo y slasher que forma parte de The fear collection y que no le ha salido muy redondo al director de El día de la bestia, tiene algunos hallazgos visuales pero se le va la mano con un final anticlimático.
Como ya la había visto en Sitges, acudí al pase de The sadness, infectados en Taiwán con dirección canadiense, que parece una versión pasada de vueltas de The crazies de Romero o por lo que me comentaron una adaptación no oficial del cómic Crossed de Garth Ennis. Posee algunas escenas un poco bestias y aunque no inventa nada, es un buen film para los amantes del Gore.
El largometraje The medium con poseídos y exorcismos en Corea de sur gustó bastante, aunque las dos horas de metraje de antojan un poco largas pero el resultado final es bastante satisfactorio y tras la proyección el público gritaba ¡Mink!… Ya veréis por qué.
En cuanto a Demonic, lo nuevo de Neil Blomkamp, autor de Distrito 9 o Elysium supone una curiosa mezcla entre cine de posesiones y Ciencia ficción pero el resultado es bastante tibio.
Todo lo contrario de Última noche en el Soho, el nuevo film del firmante de Shaun Of the Dead o Baby drive es un excelente thriller con una puesta en escena deslumbrante y Anya Taylor Joy y Thomasin McKencie están poco menos que geniales. Se alzó con el premio del público ¡No os la perdáis!
Censor, de la debutante Prano Bailey-Bond comparte con el anterior film estar ambientada en otra época -esta en concreto en los 80- en el Reino Unido en el que se prohibieron una serie de films ganándose el nombre de Vídeo Nasties y contándonos como el trabajo de censora acaba afectando a una chica más de la cuenta.
Belle cinta de animación de Mamoru Hosoda, una peculiar mezcla entre La bella y la bestia con las nuevas tecnologías y redes sociales divirtió y conmovió por igual al público.
La animación siguió presente con Cryptozoo pero con un estilo totalmente opuesto a la preciosa Belle pues está más cerca del underground con un estilo feista, una animación simple y una historia que parece una especie de Jurassic Park con seres mitológicos.
En cuanto a The Deep house, fue una de las propuestas más de género que se pudo ver con una original mezcla entre terror submarino y casa encantada que viene firmada por el dúo francés Maury y Bustillo que nos tienen acostumbrados a unos mínimos de calidad y son habituales de los circuitos de festivales. Su Al interior sigue siendo uno de los mejores largos del terror reciente que deberíais ver.
Como el cartel del Festival homenajeaba a La cabina, hubo ocasión de verla en pantalla grande y este mediometraje de Antonio Mercero -si, el de Farmacia de Guardia o Verano Azul– sigue siendo un relato escalofriante con un Jose Luis López Vázquez enorme. Si no lo habéis visto podéis encontrarlo en la web de RTVE.
Y también de procedencia española nos llegó La pasajera, una peculiar road movie en forma de comedia de acción con toques de ciencia ficción y terror. Blasco, su protagonista, es un antihéroe que sería una mezcla entre Torrente y Ash Williams –Evil Dead– que tal vez merecería una saga para el solo.
Por lo que respecta a Caveat, no quedé muy contento. Una chica con un desorden mental recluida en una casa y hombre contratado para cuidarla en un lugar remoto, extraño y lleno de secretos. Demasiado lenta, demasiados elementos sin resolver y un final que no tiene la fuerza que debería.
Aunque sí hablamos de Dead and Beautiful ¡madre mía! Suerte que en Donosti la gente puede gritarle cosas a la pantalla pues de lo contrario más de uno de hubiese dormido o algo peor. Su hora y cuarenta minutos de niños pijos aburridos que se convierten en vampiros se hicieron muy cuesta arriba al respetable.
Y luego tenemos The seed, una propuesta más “festivalera “ con tres chicas que se van a a pasar el fin de semana a una apartada casa y una peculiar invasión extraterrestre con bicho feo y muchos fluidos.
También hubo ocasión de ver Apps, antología de terror chilena. De presupuesto modesto y muy buenas intenciones, como en toda antología, no todos los relatos están a la misma altura pero la casquería y la sinceridad de lo que propone fue bien acogido por los asistentes a la proyección.
El Festival clausuró con Mona Lisa and the blood moon que fue la inauguración de Sitges 2021 pero yo prefiero quedarme con Mi adorado Monster de Víctor Matellano, un documental sobre el film maldito Los resucitados y que aborda con humor y mucho cariño las particularidades de dicha producción y de su director, Arturo de Bobadilla. Para mi realmente el mejor colofón que podría tener el festival y que tocó el corazón de los que amamos el el terror, el fantástico y somos asiduos a este tipo de festivales.
Y hasta aquí la 32 semana de cine de terror y fantástico de Donosti. Una semana repleta de buen cine, actividades y buen humor que aunque uno tenga que cargar casi siempre con el paraguas y el tiempo sea gris, recomiendo a todo aquel que no haya asistido nunca y que merece mucho la pena. ¡No os decepcionará!