Con la llegada del otoño y el endurecimiento de las condiciones climáticas, se produce una caída del cabello más acusada que en las demás estaciones del año, debido a un fenómeno habitual que afecta tanto a hombres como a mujeres llamado efluvio telógeno. Por ello, aunque en la mayoría de los casos se trate de una situación temporal, esta caída estacional provoca que, durante esta época, se aprecie un aumento de hasta el 30% en las consultas relacionadas con la pérdida de cabello entre la población masculina y femenina, según Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar.
“La alopecia estacional del otoño se produce porque, en general, solemos encontrarnos más pelos en fase telógena durante esta temporada y, por ello, la pérdida se intensifica, al producirse una aceleración en el ciclo de vida del cabello. De esta forma, cuando hay un efluvio telógeno, muchos folículos entran en fase de caída al mismo tiempo, provocando que el cabello se vea más débil y quebradizo y que se nos caigan más de 100 o 150 pelos al día, que es la pérdida habitual a la que estamos acostumbrados”, explica el director médico de Hospital Capilar, Carlos Gómez.
Este proceso fisiológico también se acentúa debido a que, después del verano, nuestra melena se encuentra más castigada tras haber estado expuesta durante meses a diferentes agentes externos como los rayos UVA, el salitre o el cloro, además de por la variación que comienza a existir en esta época del año con respecto a la relación entre horas de luz y de oscuridad; lo que afecta al equilibrio hormonal de nuestro cuerpo, que es la causa de la caída del cabello. Además de estos daños colaterales estivales, existen otros factores diferenciales que influyen negativamente en la salud capilar de esta temporada, como el estrés y la ansiedad que generan la vuelta a la rutina, la falta de tiempo y la consecuente necesidad de volver a conciliar horarios.
“Esta pérdida de pelo suele ser reversible y, si viene provocada por un episodio estacional, los folículos en fase telógena ya estarán trabajando para producir cabello nuevo. Sin embargo, existen diversas señales de alerta que indican el riesgo de que la caída tenga características patológicas, como que ésta se perpetúe más de 2 y 3 meses o que se prolongue el adelgazamiento del tallo. En estos casos, será necesario consultar con un profesional que proceda a valorar el caso a través de una historia clínica minuciosa, pautando un tratamiento adecuado, en caso de que fuera necesario”, destaca el doctor Carlos Gómez.
Cómo frenar el efluvio estacional
Para mitigar los efectos de la caída estacional en otoño, que contempla un periodo de entre tres o cuatro semanas de duración, se recomienda llevar una alimentación completa y equilibrada, uno de los pilares en los que basarse para mantener un cabello sano y fuerte. Por ello, una dieta rica en vitaminas y oligoelementos será fundamental, con las frutas y verduras como grandes aliados, al ser ricas en vitaminas A, B, C y E. A este respecto, los expertos de Hospital Capilar señalan que “las vitaminas son tan importantes porque la A fortalece el cabello y las uñas, mientras que la C lo hace con el sistema inmunológico y estimula la regeneración celular y la E contrarresta la acción de los radicales libres, causantes del envejecimiento celular y la atrofia de folículos pilosos”.
También será recomendable incluir en el menú minerales como el zinc, el calcio, o el hierro, presente en carnes rojas, lentejas y vegetales como las espinacas o la remolacha; y se deberá evitar, en la medida de lo posible, las grasas saturadas o el consumo de azúcar, ya que un exceso del mismo puede llegar a provocar un debilitamiento del cabello. Por otro lado, el deporte aumenta el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo, por lo que se aconseja la práctica de actividad física regular; así como minimizar las agresiones al pelo y al cuero cabelludo mediante los tintes y decoloraciones, espaciar la frecuencia de lavado entre 2 y 3 veces por semana, o utilizar productos capilares como champús anticaída, acondicionadores o mascarillas que no sean agresivos. “Además, con el fin de fortalecer el cabello durante esta época, también pueden utilizarse terapias de bioestimulación, farmacológicas o la combinación de ambas”, concluye el director médico de Hospital Capilar.