Zecke Banks es un detective ninguneado en su comisaria tras chivarse de su compañero de trabajo, quien mató a un posible testigo. Ahora, un nuevo caso en el que van cayendo agentes de policía, se convierte en un juego mortal que parece guardar relación con el pasado.
En 2004, se estrenó una modesta película, mezcla de thriller y terror que originó la moda del torture porn llamada Saw, dirigida por James Wan y escrita y co-protagonizada por Leigh Whannell, que fue una propuesta tan original como innovadora y retorcida. Esta pequeña producción, fue todo un éxito sorpresa que originó una saga producida por Lionsgate que acabó teniendo siete entregas, la última de ellas del 2010 y en 3D.
Era tal el ansia de la productora por exprimir la saga, que estrenaban una entrega por año, conforme avanzaba, iban subiendo el nivel de truculencia con las trampas y las muertes e iba bajando el nivel de la historia y la credibilidad de la misma.
Agotado el filón a pesar de estrenar la última en tres dimensiones, la franquicia del asesino Jigsaw descansó y parecía que no volvería, hasta que en 2017 vió la luz Jigsaw, estrenada en España como Saw 8 –por si algún espectador se despistaba y no la relacionaba con el resto de entregas- que a pesar de tener mejor factura –está dirigida por los hermanos Spierig autores de Los No muertos, Daybreakers o Predestination– tampoco resultó ser el éxito de taquilla esperado y nuevamente Puzzle se quedó guardado en un cajón.
Año 2021, el cómico y actor Chris Rock produce y protagoniza Spiral, que parte de una idea suya y la verdad que solo por esto ya la cinta llama la atención. Cuenta como secundario con el gran Samuel L. Jackson y en la dirección regresa Darren Lynn Bousman que ya dirigió las entregas 2,3 y 4. Así que a priori tenemos elementos suficientes como para que la propuesta pueda merecer la pena pero, ¿lo merece?.
Pues la verdad es que no. Bousman nos ofrece una dirección que cumple con todos los tics que ya vimos a lo largo de la longeva franquicia aunque la fotografía si parece inspirada. Tras un punto de partida inicial en la historia que capta tu interés, al final lo que ves es otra enésima parte que poco tiene que ofrecer y que acaba siendo más de lo mismo.
Chris Rock se pasa toda la cinta gritando y como pasado de vueltas. Parece que está en otro film y que no hay nadie corrigiendo y diciéndole que no se pase de “intensito”, claramente falta dirección de actores. Samuel L. Jackson parece que tenía un par de días entre pelis de Marvel para rodar su papel y cobrar el cheque, eso si, no falta su “madafaka” que hará las delicias de los fans del actor. Max Mingella está correcto como el detective novato pero Marisol Nichols resulta poco creíble como la Capitana Angie Garza.
Al final lo que nos queda es más de lo mismo que ya hemos visto antes. Una intriga policial, un asesino que va tendiendo unas macabras trampas a los polis y un pretendidamente sorpresivo giro final que no resulta tal.
Spiral: Saw es un intento de relanzar por segunda vez Saw sin conseguirlo. Pues más allá de ver nuevos juegos mortales y sangre, poco más ofrece. Para quien no haya visto nunca un largometraje de esta franquicia, mejor que vean la original de 2004 y para los fans de toda la vida, incluso tal vez estos, se sientan decepcionados pues no son muchas las secuencias marca de la casa que pueblan el metraje. Tal vez sea momento de enterrar al asesino Jigsaw para siempre y dejarlo descansar. Para ver y olvidar.