Noto un pinchazo en mis costillas y, al girar la cabeza, cabreado, me encuentro a la responsable.
—Estabas en las nubes —comenta Luna, la novia de mi amigo. La veo emocionada y divertida, una actitud que considero infantil. Si se lo hace a los demás clientes, me sorprende que no la hayan echado todavía—. ¿Qué te cuentas?
—Hola a ti también, Luna —mascullo aún dolorido—. Bueno, estoy esperando a que tu compañero me sirva el café. —Señalo al susodicho, que sigue de espaldas a nosotros.
—No seas malo con Saúl. Lleva solo un mes, pero es un currante que no veas. Y mejor compañero de facultad.
—¡Qué interesante, cuéntame más! —suelto cargado de sarcasmo.
Sonríe levemente.
—Ja, ja, ja. Me parto contigo. ¿Cómo es que has venido a la cafetería? ¿Estabas cerca o algo?
—Entrevista en Apolo Producciones para las prácticas.
—¡Ahí está Dídac también!
—Eso me ha dicho. —Y eso he intuido.
Ella está a punto de decir algo más, pero se calla en cuanto ve que su jefe aparezca y le dedique una mirada de perdonavidas. Se da media vuelta y empieza a limpiar una mesa. El tal Saúl termina y me tiende el café. Me apetece ponerle más nervioso de lo que está, así que opto por comentar lo poco que sé sobre él. Asiente como respuesta, incapaz de articular palabra. Se lo van a comer vivo. Sin embargo, a pesar del miedo que tiene, me pregunta sobre el rugby. Ahora estoy impresionado. O tiene un don o es observador. Pero parece que sigue siendo un cagueta, porque vuelve a ponerse nervioso en cuanto rebato varias de sus frases.
Este chaval es el pringado que muere primero en una película de terror.
Me indica dónde está el azúcar antes de atender a otros clientes. Me echo un poco y vuelvo a la mesa con mi amigo y esa chica. El resto del tiempo hasta que nos mandan salir del local lo pasamos contando anécdotas sobre el mundo del cine y las series, y reflexionando sobre todo en general. Seríamos una conversación de relleno, aunque sin ningún peso para el desarrollo de la historia. También sale a coalición Saúl, porque a ellos les recuerda a cuando estaban en primero de carrera y sentían que estaban en la cima del mundo. Dídac y Gadreel dicen que es muy majo y que te saca sonrisas…
A mí eso me suena a friki de campeonato.
