Del director Zack Snyder (300, La Liga de la Justicia), Ejército de los muertos nos sitúa en Las Vegas donde, tras un brote zombi, la ciudad ha quedado en ruinas y aislada del resto del mundo. Scott Ward (Dave Bautista) es un lugareño de Las Vegas desplazado, antiguo héroe de la guerra zombi, que se dedica a hacer hamburguesas en las afueras de la ciudad a la que ahora llama hogar, y quien un día es abordado por el jefe del casino Bly Tanaka (Hiroyuki Sanada) con la propuesta definitiva: irrumpir en la zona de cuarentena infestada de zombis para recuperar 200 millones de dólares que se encuentran en una cámara acorazada, y hacerlo antes de que la ciudad sea bombardeada por el gobierno en 32 horas.
Impulsado por la esperanza de que el pago podría ayudar a allanar el camino hacia una reconciliación con su hija Kate (Ella Purnell), Ward acepta el reto reuniendo a un equipo de expertos para el atraco. Entre ellos se encuentran María Cruz (Ana de la Reguera), una mecánica experta y vieja amiga de Ward; Vanderohe (Omari Hardwick), una máquina de matar zombis; Marianne Peters (Tig Notaro), una escéptica piloto de helicópteros; Mikey Guzman (Raúl Castillo), un influencer para el que “todo vale” y su inseparable otra mitad, Chambers (Samantha Win); Martin (Garret Dillahunt), el jefe de seguridad del casino; una guerrera conocida como el Coyote (Nora Arnezeder) que recluta a Burt Cummings (Theo Rossi), un guardia de seguridad de poca monta; y un alemán brillante experto en abrir cajas fuertes llamado Dieter (Matthias Schweighöfer).
En medio del atraco, Scott se encuentra con un inesperado obstáculo emocional cuando Kate se une a la expedición para buscar a Geeta (Huma Qureshi), una madre que ha desaparecido dentro de la ciudad. Con el reloj en marcha, una cámara acorazada casi impenetrable y una inteligente y rápida horda de zombis Alfa acercándose, sólo una cosa es segura: en el mayor atraco jamás intentado, los supervivientes se lo llevan todo.