La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) desvela, a través de una investigación, en la que han participado 133 personas LGTBI con VIH, que 1 de cada 4 personas LGTBI diagnosticadas tarda más de dos meses en poder contárselo a alguien. Así lo ha compartido el coordinador del Grupo de VIH de FELGTB, Juan Diego Ramos. “Esto supone un alto nivel de sufrimiento para quienes no lo comparten dentro del primer mes. Este ocultamiento tiene secuelas psicológicas importantes, repercute en su calidad de vida e impide o dificulta un adecuado autocuidado”.
Miedo al rechazo
El estudio revela también que solo un 12% de las personas encuestadas es visible en todos los ámbitos de su vida y que el principal motivo por el que no comparten esta información con alguien, aunque les gustaría, es el miedo al rechazo (74%); el temor a que se les trate de forma diferente (55%), el miedo al despido (24%) y el miedo a que les deje su pareja (13,5%). El informe también destaca que solo una de cada cuatro personas con VIH comparte su diagnóstico en el ámbito laboral.
En este sentido, Ramos denuncia que “el estigma que la sociedad asocia al VIH es, en la actualidad, lo que más merma la calidad de vida de las personas con diagnóstico positivo y se convierte en la peor parte de tener VIH, lo cual no se debería permitir”.
“A día de hoy, existen tratamientos médicos que permiten que el virus llegue a ser indetectable en sangre y, por tanto, intransmisible, lo que implica que la calidad de vida de las personas que tenemos VIH no tendría por qué verse afectada. Sin embargo, tener un diagnóstico positivo sigue suponiendo una pesada carga para quien lo tiene porque socialmente, sigue asociado a muchos prejuicios y estereotipos y nuestra salud emocional puede verse realmente afectada”, explica.