Una investigación realizada por la FRA (European Union Agency for Fundamental Rights) revela que, en España, más de un 10% de las mujeres trans se han visto obligadas a dormir en la calle al menos una vez en la vida y un 16% a alojarse temporalmente en casa de familiares o amistades.
De hecho, un estudio publicado por la ONG Faciam y realizado por la Universidad Rey Juan Carlos, el primero en España que relaciona y analiza estas dos circunstancias, constata un nuevo perfil emergente entre las personas que se encuentran sin hogar que hace referencia a su identidad de género. Además, revela que la primera causa de sinhogarismo de las personas LGTBI sin hogar es la expulsión del domicilio familiar debido al rechazo de la familia cuando se visibilizan como LGTBI.
Las personas trans tienen dificultades para acceder al mercado laboral
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexual y Bisexuales (FELGTB), explica que este fue el caso de Luna, de 27 años y residente en Madrid a quién su madre echó de casa pese a que era estudiante y no tenía ingresos propios cuando se enteró de que era una mujer trans. “Le dije a mi madre que era una mujer cuando tenía 22 años, pero ella no quiso aceptarlo. Me dijo que, por favor, no volviera a hablar con ella de eso. Yo retrasé entonces el inicio de mi transición, pero tres años después me vio unos mensajes en el móvil en los que yo hablaba como chica con un chico que estaba conociendo. Entonces, ella me echó de casa”, asegura Luna.
“Al principio me fui a casa de unos amigos, pero terminé por tener que alojarme en una fundación y en centros para personas sin hogar donde el personal me hablaba en masculino y me relacionaban con frecuencia con la prostitución, aunque yo no la he ejercido nunca”, denuncia. Ahora, Luna vive con su novio, pero pese a ser licenciada en Relaciones Internacionales sigue sin tener una situación laboral estable y no ha encontrado trabajo “de lo suyo”. “Estuve trabajando en una residencia de mayores hasta que el familiar de un residente le dijo al centro que si seguían teniendo a una persona como yo a cargo de su padre, se lo llevaría. Me despidieron alegando cosas que no eran ciertas”, explica.