Los Espabilados, entrevista a los protagonistas y al autor Albert Espinosa

HÉCTOR: Para mí, mi personaje es un ángel. Es el ángel de la guarda del grupo. Es un chico muy divertido e inteligente, y sobre todo es un preguntón. Él mismo cree que es un ángel, no se considera un niño porque no tiene familia, y no porque se haya quedado huérfano, si no es que no tiene familia. Su misión es encaminar a los espabilados y a Izan para que sus vidas mejoren, y le apasiona solucionar problemas aunque sus métodos sean un poco irónicos.

AITOR: Sam es puro. Es un chico humilde, tierno, no tiene ningún tipo de maldad, y con un toque cómico. Es un tío muy guay aunque es un poco inmaduro. Pero sobre todo es eso, es una persona muy pura.

ÁLVARO: Ha sido muy natural llegar a Mikey Angelo. Me he sentido muy bien interpretándolo. Mikey Angelo, de tanta oscuridad que veía que está presente en su entorno, lo único que quiere ver es luz, quiere ver que todo brille a su alrededor. Quiere liberar toda esa maldad y seguir esa luz que ha encontrado en sus compañeros. Es el líder y hace todo lo posible por mantener el grupo unido.

Como hicimos con Pulseras Rojas, queremos que vean la realidad

Todos vosotros formáis este grupo tan característico…¿Pero por qué los Espabilados?

ALBERT ESPINOSA: Todo nace de cuando yo tenia 14 años y estaba en hospital porque tenia cáncer, y me tenían fascinado los chicos de la planta de arriba, que eran chicos que estaban ingresados en un psiquiátrico, y cada tres días, más o menos, se escapaba uno y había un tipo que era un detective que era quien intentaba encontrarlos. Estos chicos nos llamaban a nosotros los pelones, porque no teníamos pelo, y nosotros les llamábamos los espabilados. Siempre que pillaban a uno de ellos, nosotros les preguntábamos que harían y ellos respondían que eran unos espabilados y que volverían a escaparse.

Esta historia me ha fascinado des de siempre, incluso antes de Pulseras Rojas, y me pensé que era una historia muy interesante que explicar. Con lo cual cada uno de ellos interpreta a una persona que realmente existió. Ellos explicaban muchas historias, e incluso uno de ellos realmente se creía que era un ángel que curaba el cáncer, y en ese momento nadie le creyó, pero me tocó, y mira…¡Sigo vivo!

Interpretáis personajes con patologías y trastornos mentales ¿Cómo os habéis preparado en este sentido?

SARA: Un día vimos una serie en la que se entrevistaba a personas que estaban en un psiquiátrico para menores y nos fijamos mucho en los ticks que tenían, en los gestos que hacían… Eso nos llevo a ver esos niños que no están bien, pero que en realidad sí que lo están.

MARCO: Un factor que creo que también nos ayudó mucho a todos, aparte de toda la información que nos daba Albert y el equipo, es que fuimos a un psiquiátrico donde había niños con problemas mentales, y nos ayudó mucho, ya que pudimos hablar con ellos, y realmente ver como se sentían o como pensaban.

ÁLVARO: Tampoco hemos trabajado muy a fondo lo que era cada enfermedad porque la serie lo que quiere reflejar es que aunque estos niños tengan diagnósticos son unos niños normales. Y también que no deberían estar apartados de la sociedad. Al final son niños con enfermedades mentales pero…¿Por eso tienen que dejar de ser niños normales?

ALBERT ESPINOSA: Al final, y como hicimos con Pulseras Rojas, queremos que vean la realidad, pero no hundirlos en la realidad si les rodeábamos de niños enfermos de cáncer se abrumarían de todo lo que verían.

ÁLVARO: A mí lo que me fascina mucho de la serie es la capacidad de ver como el niño es normal y ver a los adultos que son ellos los que parecen que están enfermos. Entonces es ahí cuando las cosas se dan la vuelta y es como que los adultos son los que estropean a los niños.