Del Faro de la Mola hasta el Molí Vell de La Mola descubre rincones acogedores y espectaculares de Formentera que te volverán a redescubrir la belleza del Mediterráneo en su apogeo visual. Ya sea andando, en mar o acortando por carretera con un coche pillado en el Alquiler Coches Formentera, la isla te invita a desconectar del ajetreo diario de las ciudades para bañarte en un manso de paz y belleza natural sin precedentes.
Formentera es un desconocido para muchos españoles, su pequeño territorio la convierte en una de las islas más pequeñas del archipiélago balear. A pesar de su extensión, no tiene nada que envidiar a sus vecinos. Pues Formentera reúne 32 rutas de senderos y caminos para conectar con el paisaje natural.
No te olvides de desconectar
En este reportaje te contaremos algunos de los lugares imprescindibles que debes visitar si tienes pensado hacerlo. Así que coge papel y lápiz o captura esta pantalla, porque espero que me hagas caso.
Como lugares de interés Formentera tiene sus apreciadas playas con aguas cristalinas, todos los días del año son todo un gozo visual que debes apreciar.
Pero uno de los elementos arquitectónicos más curiosos que encontramos en el paisaje de Formentera, más allá de sus famosos faros, son los molinos, elemento esencial de la vida campesina del pasado donde lo que proporcionaba el campo era el principal medio de subsistencia. Hay siete molinos perfectamente cuidados que se alzan en la imponente atardecer de la isla, El Molí Vell y el Molí d’en Botigues, situados en la Mola; el Molí d’en Teuet i el Molí de ses Roques, en la proximidades de Sant Ferran; el Molí d’en Mateu y el Molí d’en Jeroni, a poniente de la iglesia de Sant Francesc, y el ya desaparecido Molí d’en Simon.
Piedras centenarias que guardan rastros de civilizaciones pasadas
Formentera es ampliamente conocida por el magnetismo de sus paisajes naturales, la isla también esconde toda clase de vestigios históricos que dan cuenta de que ya desde la antigüedad fue un punto del Mediterráneo a tener en cuenta por muchas civilizaciones. Ya sean Púnicos, romanos, andalusíes, Formentera guarda rastros de los hogares, su cultura, sus joyas, que son hoy huellas de estos pueblos.
Gastronomía
La cocina de la isla sigue muy ligada a los productos de mercado y su sabor tradicional que ha pasado de generación en generación. Su ubicación desamparada del resto de regiones han resultado una cocina de la que ha surgido platos curiosos con el uso de su principal fuente de proteínas, el pescado.
Platos como la ensalada payesa (con Peix sec), Frit de polp (pulpo frito), Sofrit pagès (con carne y patatas), Calamars a la bruta (frito de calamares en su tinta) o el Bullit de Peix (guisado de pescado con patatas), son las especialidades.
Para cerrar la cata, no te olvides de los dulces o postres más característicos como el Flaó (pastel de queso fresco con hierbabuena), les Orelletes (dulce anisado) y la Greixonera (pudin de ensaimada).
