Si has visto Alguien voló sobre el nido del cuco (Miloš Forman, 1976), casi con total seguridad recordarás a la malvada enfermera Mildred Ratched. En esta ocasión, Netflix nos trae la serie Ratched, una especie de precuela independiente ambientada en el California de 1947 que explora los orígenes de la despiadada mujer. Con una idea original del debutante Evan Romansky y desarrollada por Ryan Murphy, creador de American Horror Story, la serie ha generado muchas expectativas y era una de las grandes esperadas de la temporada.
Habiendo visto siete de los ocho episodios que conforman la primera temporada (Netflix ya ha hecho oficial que tendrá dos tandas) y evitando spoilers, queda patente que, si bien no responde a las altas expectativas, es un producto bien hecho digno de Murphy y que no desentonaría mucho en su renombrada saga de terror.
La serie comienza con una impactante y horrífica escena que sienta las bases de lo que veremos en los siguientes capítulos. Edmund Tolleson, interpretado por Finn Wittrock, masacra a cuatro sacerdotes. 6 meses más tarde, es llevado a una institución psiquiátrica en Lucia, California, mientras espera a que se evalúe si su condición mental es la favorable para someterlo a juicio. Al mismo tiempo, llega al hospital una nueva enfermera: Mildred Ratched.
Murphy nos muestra las luces y las sombras de Ratched, interpretada por una espectacular Sarah Paulson,y nos la presenta como una persona sin escrúpulos, pero con sentimientos. Paulson consigue que empaticemos con el personaje incluso cuando sus actos son más que cuestionables (o aparentemente erráticos en ocasiones). Es interesante ver los engranajes del hospital psiquiátrico en el que se centra la acción, desarrollada por un elenco de actores que no tienen nada que envidiarle a Paulson en lo que a calidad interpretativa se refiere. Destaco, por ejemplo, a una magnífica Sharon Stone, o a Judy Davis, que da vida al personaje antagonista.
Ratched acierta en cuanto al ritmo, y la mayor parte del tiempo consigue mantener la atención del espectador revelando poco a poco sus misterios. Combina secuencias verdaderamente terroríficas y gore con otras escenas más psicológicas, vemos el oscuro pasado de algunos personajes y todas sus consecuencias, además de cierta crítica social e incluso una historia de amor lésbico que termina siendo una de las mejores tramas de la serie.
Con una fotografía y una labor de producción, vestuario y banda sonora impecable, Ratched termina siendo entretenida, pero le falta ese algo que convierte a las series en memorables. Pese a todo, es una buena elección para pasar un buen rato este Halloween, y sin duda deja con ganas de la segunda temporada.
