El 13 de septiembre, coincidiendo con el nacimiento de Roald Dahl, autor de Charlie y la Fábrica de Chocolate, se celebra el Día Internacional del Chocolate, un día que debería estar marcado en el calendario de todos los amantes de este dulce.
Muchas veces tomamos un postre de chocolate, o simplemente un par de onzas, cuando terminamos de comer, pero siempre acompañado de lo mismo, un café, un vaso de leche o incluso una taza de té, pero ¿por qué no dar un paso más y probar algo diferente?
Vino y chocolate son para muchos aficionados a la gastronomía dos productos imprescindibles. Sin embargo, cuando se trata de combinarlos para potenciar las virtudes de ambos, entramos en terreno pantanoso. Vinissimus, el eCommerce líder en Europa en venta de vino español online, da varios consejos para que el maridaje entre vino y chocolate sea perfecto.
El chocolate, especialmente el negro, es amargo y secante, por lo que los vinos tánicos no suelen ser su mejor acompañante. Existen aventureros gastrónomos que se atreven a combinar chocolates con un alto porcentaje de cacao con vinos tintos altos en taninos como un cabernet sauvignon o un malbec, pero esta combinación no agrada a todos. En general, es preferible recordar que el vino que acompañe a un plato rico en chocolate debería ser siempre más dulce que el propio plato, para difuminar su sequedad en lugar de potenciarla.
Otro consejo imprescindible es el de unir intensidades parecidas, así, un chocolate blanco suave necesitará un vino mucho más delicado que un intenso chocolate negro con un porcentaje de cacao superior al 70%.
Es fundamental resaltar también que el chocolate no debe maridarse con vinos demasiado viejos o complejos, pero sí con vinos de cierta graduación. El maridaje con vinos dulces es fantástico con postres medianamente dulces, mientras que para postres de mayor dulzor puede funcionar mejor un licor o incluso un buen café. Si los postres no incluyen ningún elemento acídulo (fruta, por ejemplo) que complemente el chocolate, podemos incorporarlo en forma de copa de vino o licor, incluso con la maravillosa fruta roja de un Champagne rosado de pinot noir.
Para los más reposteros, otro consejo es añadir una pequeña dosis del vino o licor durante la elaboración del mismo, o si se compra el postre, verter unas gotas sobre él y luego acompañarlo con una copa del mismo vino o licor hará que la fusión sea casi perfecta.
Pese a que lo más recomendable y por supuesto gratificante en el complejo arte del maridaje es siempre el ensayo-error, y para celebrar este día tan dulce, Vinissimus también propone algunas afinidades magníficas para que cualquiera pueda adentrarse en la combinación vino y chocolate sin miedo a equivocarse.
- Pastel intenso de chocolate negro: Este postre de chocolate va a la perfección con vinos con aromas amaderados, como el Chocolate Block 2017.
- Chocolate negro: Este tipo de chocolate marida genial con un vino de hielo de uva tinta o un merlot, con aromas de frutillos silvestres, ciruelas y grosellas negras.
- Pastel Selva Negra: Este dulce tan querido por los amantes del chocolate es ideal acompañarlo con un Champagne.
- Chocolates especialmente amargos: Los vinos generosos, como el Porto Vintage o Tawny, son los aliados perfectos para acompañar a los chocolates más amargos.
- Chocolate blanco: A la hora de elegir unvino para maridar con este tipo de chocolate lo mejor será elegir vinos más dulces como un moscato d’Asti o espumosos semisecos si el postre es suave y con Porto blanco o vendimias tardías de gewürztraminer, incluso con botritis ligeras si es algo más potente.