La orquestra Balkan Paradise estrena disco, en menos de una semana su Odisea, nombre del disco, se ha situado entre las novedades de Spotify y las principales plataformas musicales. Sus temas instrumentales son una bocanada de aire fresco a un mercado saturado de música de letras básicas y sin profundidad y melodías sosas.
Balkan Paradise está se estrenan para cambiar todo y subrayar que la música de fiesta mayor es música digna para compartir todo el año. Hablamos con Laura Lacueva, una de las integrantes de la formación que toca el clarinete, sobre el lanzamiento y la gira que ya tienen programada para finales de año.
Laura, ¿Cómo estás llevando estos días?
Bueno, como puedo. Es complicado pero bien.
Complicado, pero os ha dado tiempo para lanzar disco a pesar de la situación.
Si, ayer publicamos en nuestras redes de las Balkan que algunas fechas que teníamos previstas se han cancelado y otras aplazados, pero igualmente hemos decidido sacar el disco, porque creemos que lo debíamos hacer. Siempre va bien poder publicar música, sobre todo después de tanto esfuerzo, lo necesitábamos hacer.
Balkan Paradise es una formación compuesto por mujeres, ¿Por qué?
La Balkan se formó hace cinco años entre un grupo de amigas de las que estaba la Eva, la Olivia, la Alba Ramírez que les apasionaba la música balcánica. Con esos referentes musicales, el grupo se formó con instrumentos de viento de madera, de metal y percusión con un estilo fanfarria.
Nos coincidió el hecho de estar formado por chicas y evidentemente hubo una reflexión posterior sobre que el mercado musical actual, a pesar de existir muchas mujeres músicas, los escenarios no se ve plasmado y le queríamos dar una visibilidad a la mujer.
Lo que ha pasado, sobre todo en las entrevistas en general, es que ha generado una respuesta paradójica. Mientras que queríamos que esto fuera lo normal, que toda la formación esté compuesto completamente por mujeres, a un grupo de hombres no se les hace esa cuestión, pero entendemos que no están habitual y por eso queríamos normalizarlo.
A un grupo de hombres no se les hace esa pregunta
¿El género orquesta por su alto coste de movilización en una gira es algo que muchas discográficas no quieran mojarse, ha sido difícil conseguir el apoyo para tirar adelante este proyecto musical?
Ahora somos 11, antes éramos 7, vimos que tenía mucha fuerza el proyecto. Ampliamos a dos clarinetes, 2 tubas, y al comienzo solo había batería, pero después ampliamos batería y percusión. Para nosotras nos da mucha fuerza y nos hace ser un gran grupo.
¿Es complicado ser una orquesta en un panorama musical de consumo?
Por la parte de la orquesta es una especie de homenaje de las fanfarrias balcánicas autodenominadas orquesta. Para nosotras nos ha sorprendido realmente esto, porque comenzamos haciendo música de calle y de pequeños escenarios. Y se nos ha abierto un mundo de escenarios más grandes en el que hemos adaptado a un show para un escenario más grande.
Hemos compartido escenarios con grupos puede que más comerciales, con voz, guitarra y batería, que no con una sección de viento. Eso a la gente le sorprende y le parece una música muy festiva, gracias a ese componente de fiesta llegamos a la gente. Es instrumental, pero llegamos gracias a ese componente de fiesta, pasarlo bien y bailar, además sorprende y descoloca mucho.
Es música instrumental, pero llegamos gracias a ese componente de fiesta, pasarlo bien y bailar
Sorprende pero te tengo que reconocer que me cuesta entender el título de las canciones del disco.
Cada tema tiene una historia diferente, cada nombre es más friki que el anterior. Cotnes es un aperitivo, creo que es de los títulos que se eligió, porque gustaba, sin más. Es un aperitivo, fue de los primeros temas que compusimos y encontramos divertido ponerle este nombre.
Essence tiene una historia algo más profunda, nuestro disco anterior eran temas de otros grupos arreglados y pasando nuestro filtro, partiendo de esa tradición balcánica y dándole una vuelta con otros ritmos que nos gustaban. Cuando compusimos este tema le quisimos dar otro rollo más festival y regresara a nuestra esencia de la que partíamos.
Chara es por la estrella con ese nombre y tiene una vinculación con esa idea de la Odisea, sobre el viaje y el espacio. Todo el disco es un viaje a diferentes lugares y Chara es un viaje a un lugar muy luminoso y alegre, y creímos que este tema lo transmite.
En el caso de Pingu es muy friki, se trata del nombre del gato de nuestro productor que mientras grabábamos se encontraba dando vueltas, cosa que nos alegraba las mañanas, las tardes y le quisimos rendir un homenaje.
Oye Laura, tengo entendido que tocas el Clarinete, ¿Cómo ha sido tu evolución con este instrumento, por que no es muy común entre las preferencias de los peques que elegirían antes una guitarra o un piano?
Cuando era pequeña me apuntaron a música y cuando me presentaron el instrumento me encantó al momento de su sonido, era muy versátil, subía y bajaba mucho. Me llamó la atención y así me decidí a querer tocar este instrumento. Tenía 7 años.
Llevo veinte años tocando con el clarinete, hice música en la escuela, pasé a conservatorio y después Grado Superior, grado universitario, de Música en la ESMUC en especialidad de pedagogía, con lo que he tocado clarinete clásico.
En una entrevista realizada en 2018 en la revista musical Enderrock, habéis mencionado que el estilo musical internacional no ha sido buscado sino que apareció de forma orgánica, ¿Estos nuevos temas ha seguido igual?
Da Mas Over, el single de presentación de este disco, acaba con el coro cantando letras populares como La Masovera, pero con un pequeño cambio al final “la Masovera s’ha alliverat” (La Masovera se ha aliberado). ¿Qué significa?
Da Mas Over es un juego de palabras con el nombre La Masovera, le damas una vuelta al tema popular catalán, la hacemos instrumental y le cambiamos la letra. La Masovera cambia de costumbres y se libera de todo aquello que la oprimía.
¿Qué nos puedes contar del videoclip de Da Mas Over?
La idea viene de Álex Alba que es una persona increíble que ha dirigido este proyecto en el que estamos muy contentas. Alucinamos del equipazo que él mismo reunió para hacerlo, nos trataron super bien y se hizo muy rápido.
La idea nos pareció muy chula, se trata de que éramos cada unas Masoveras con las frutas, un nexo con la tradición de que este personaje va a comprar, aunque todo es muy raro. Todas aparecemos así como muy serias, como en los videoclips rusos, como si no estuviéramos cómodas con este papel, hasta que no llega la parte cantada del tema.
Al grito de que la Masovera se ha liberado es cuando dejamos las frutas como un símbolo a romper con las obligaciones, todo eso que no nos sentimos cómodas y hacemos lo que de verdad nos gusta que es cantar, tocar y bailar.
Después de K’ataka llega Odisea, he leído que el nombre del disco también define este largo camino para producirlo, ¿Cuáles son las dificultades que os habéis encontrado?
Total, está unido a esa idea de regresar a casa, hacer temas propios que era la primera vez que lo hacíamos y ha resultado toda una experiencia con cosas buenas y malas a la vez. Odisea es la mejor palabra para definir este trabajo.
A nivel organizativo es complicado, porque cada una tiene una vida diferente y hemos continuado haciendo conciertos y trabajando en otros lados mientras componíamos. Ha sido complicado y un proceso de aprendizaje increíble que se ha plasmado en esta Odisea que ve ahora la luz.
¿A todo esto, ha valido la pena?
Creo que si, estamos super contentas solo por el hecho de compartirlo con todos. Nos decíamos que debíamos compartirlo después de tanto esfuerzo, creo que si ha valido la pena, por supuesto.
