Tras el período de confinamiento que estamos viviendo seguramente te habrás sentido frustrado, deprimido y encerrado. La sensación de claustrofobia puede invocar a los fantasmas de la inseguridad tanto en ellos como en ellas. Así que me he puesto manos a la obra y me he propuesto ayudaros a superar esta depre con este artículo escrito en colaboración con Belanfit.
Primero de todo tienes que saber que los cambios no nacen de presiones externas, así que deja que siga leyendo esa persona que necesite este artículo. ¿ya estamos solos?
Como decía antes, tienes que ser tu quien quiera salir de esta burbuja que te atormenta y te borra la sonrisa de tu cara, pero tranquilo que no lo haré obligando a forzar una sonrisa. Primer paso es abrir el armario.
El armario como aliado
Las personas con confianza les da igual qué ponerse, pero suelen elegir colores vivos y estampados divertidos. Pero si no tienes, evita el negro. Para lucir solo necesitas actitud y la ropa solo aporta el 20 por ciento si hiciera un estudio. Por lo que te sugiero ropa cómoda pero elegante, nada de chándal del domingo, unos tejanos elásticos mejor.
Te recomiendo que te veas las propuestas de Lefties que he publicado en la web para que cojas ideas, son básicos de tonos pastel que aportan comodidad, transpiración y elegancia.
El espejo ahora debe ser tu mejor amigo
Ya sea por cortadora de pelo o recortadora de barba, pásate 5 minutos frente a tu enemigo mortal espejo del baño y juega a diseñar una barba que jamás te pondrías – consulta en Google tipos de barbas según la forma de la cara-, pasa de rudo de las montañas o de niño de san Ildefonso a cosas más curradas. Aquí lo importante es mimarse uno.
Con un pulso que no tiemble demasiado perfila una barba cuadrada (barba corta con los lados delgados recortados), una barba candado (perilla separada del bigote), barba ancla (barba en punta que recorre la línea inferior de la mandíbula y un bigote), o un bigote completo. Prueba, improvisa y descubre qué te sienta bien.
Aprovecha que sigues en el baño y prueba de pasar un exfoliante, un hidratante o una tira anti puntos negros de la nariz; y arreglar los pelos de la nariz y las orejas con pinzas o con un cortapelos eléctrico. Y finalmente, ¿y las cejas? Pide ayuda a una esteticien o la peluquería que sueles ir a cortarte el pelo para que te las perfile. Una imagen perfecta de ti está a punto de surgir de las cenizas.
Nota: dedicarse tiempo al cuidado de uno genera de forma inconsciente seguridad.
Finalmente, no esperes un cambio inmediato, pero seguro que algo ha cambiado en ti. Una frase que me gusta recordar de mi película tonta favorita “El Diario Viste de Prada” es que los cambios tienen que empezar por la ropa interior, prueba de cambiar de ropa interior, gástate el dinero en algo que jamás te pondrías como esos slips de marca y verás que de verdad tu forma de andar ha cambiado, porque ahora estás seguro de ti mismo.
Y si a pesar de todo sigues igual pero más mono, siempre te quedará la psicóloga que responde a vuestras dudas en el consultorio de YOUNG.
